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Vuelve debate sobre retorno a negociaciones con el FMI

En círculos empresariales se demanda y en áreas del Gobierno hay resistencia.
Pero por encima de ambas posiciones, el tema de un acuerdo con el FMI vuelve al escenario económico dominicano.
El aumento del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pago –impulsado por una combinación de aumento del precio del petróleo y una caída del valor de las exportaciones de ferroníquel– y un admitido déficit fiscal parecen dar la razón a quienes favorecen la “vuelta al Fondo”, aunque la razones de éstos tenga otras motivos complementarias.
Tras una pequeña pausa en los debates y opiniones, el tema fue puesto en el tapete por la Federación de Asociaciones de Industrias (FAI) el pasado fin de semana y respondido el miércoles por el secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, con un rechazo aparentemente circunstancial pero consistente con una posición personal suya “antifondomonetarista”.
Desde antes de concluir el acuerdo que finalizó el 31 de enero pasado y que duró 36 meses y aportó recursos por más de US$600 millones, había sectores empresariales y económicos que favorecían que se busque otro pacto.
Pero para la fecha ya el país estaba involucrado en un proceso electoral, y se expuso que en esa circunstancia el FMI no acostumbra a negociar acuerdo, por experiencias de que en algunos casos que ha habido cambios, se han incumplido metas que han provocado rotura de pactos.
Además, parecía que no había interés de ninguna de las partes en arribar a un nuevo pacto de ese momento.
Sin embargo, quienes favorecían seguir un nuevo acuerdo financiero, no de vigilancia o supervisión como se planteó, argumentaban que de esa forma se podía repagar con los mismos giros los vencimientos de este año y el próximo, que deben ser unos US$200 millones anuales, en momentos en los que el país tiene una fuerte presión en los pagos de la factura petrolera, que, según estimaciones oficiales, debe haber aumentado en unos US$2,000 millones.
Según entendidos, con la delicada situación internacional y el deterioro en las cuentas fiscal y externa, RD está compelido a emprender un programa de ajuste del gasto interno para nivelarlo a la capacidad de financiamiento de la cuenta corriente externa sin generar una crisis cambiaria.
Se refuerza la confianza de los inversionistas en el proceso de estabilidad con crecimiento en medio del deterioro internacional.
*De ahí que se considere que ese ajuste sea bajo la sombrilla del FMI, con cuya tutela la economía dominicana creció después de la crisis del año 2003. (

Considera innecesaria la firma de un acuerdo con el FMI

La comisión económica del PRD consideró innecesario someter la economía nacional a un nuevo acuerdo stand by con el FMI y advirtió que las empresas y los consumidores no soportan nuevas cargas impositivas ni el aumento de las existentes.
Asimismo, el partido opositor demandó del presidente Leonel Fernández que postergue la focalización del subsidio al gas licuado de petróleo (GLP) por considerar que la medida implica un drástico encarecimiento del costo de la vida de los dominicanos más pobres y una reducción sustancial del presupuesto de las familias de clase media.
Sobre un posible acuerdo con el FMI, Arturo Martínez Moya, presidente de la comisión económica del PRD, dijo que es necesario obligar al gobierno a que se someta a un estricto programa de austeridad.
Sin embargo, estimó que no se debe hablar de un nuevo acuerdo con el FMI, porque complicará la economía de las familias y de las empresas, además de que otorgaría más recursos al gobierno.
Indicó que el gobierno prefiere seguir derrochando recursos públicos y descuidando prioridades nacionales.
Consideró “inadmisible” que el gobierno adeude más de US$100 millones a los importadores del GLP y atribuyó el hecho a que “en una evidente violación al artículo primero de la Ley de Hidrocarburos”, las autoridades no pagan el subsidio con fondos procedentes de los ingresos generales de la Nación, sino que desvían esos recursos a otros renglones.

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