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Rodríguez Amiama reclama voluntad para solucionar problemas de inseguridad

El presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES), Luis Emilio Rodríguez Amiama, abogó anoche por solucionar  “graves problemas de inseguridad que sólo requieren voluntad para ser resueltos”, y como ejemplo señaló “la existencia de embarcaderos piratas sin control en la playa de Bávaro, o la ocupación de la playa por botes y embarcaciones que atentan contra la seguridad de los bañistas”.
En el inicio de la IV Conferencia Internacional Seguridad y Defensa, organizada por FUNGLODE y dedicada a la seguridad en la hotelería y el turismo, Rodríguez Amiama destacó que un aspecto importante de la seguridad es el referido a los “problemas de garantía y el irrespeto a las reglas existentes que afectan tanto las grandes y medianas inversiones de empresarios, como a las pequeñas inversiones inmobiliarias y empresariales”.

Embargo asaltos

El presidente de ASONAHORES señaló como el caso “más dramático”, el de los llamados “embargo asaltos”, en que las empresas turísticas son víctimas de notificaciones judiciales en el aire, usadas posteriormente para acudir a embargar bienes de los hoteles con turbas que protagonizan escenas vergonzosas que aterrorizan a los turistas y a los inversionistas.
Rodríguez Amiama afirmó que este tipo de situaciones someramente descritas “suman riesgos evitables, fáciles de combatir, que dañan las condiciones del país como destino confiable para las inversiones, y alejan a personas interesadas en adquirir una segunda vivienda, por lo que también tienen un impacto negativo en la economía”.
El presidente de ASONAHORES que además de la criminalidad la cuestión de la seguridad en el turismo incluye otras vertientes que merecen mucha atención, y cito los factores de riesgo en las instalaciones turísticas y en las actividades complementarias  como transporte, excursiones y prácticas deportivas, y la seguridad jurídica de las inversiones; temas que se refieren a administración de justicia y a la capacidad del Estado para supervisar las instalaciones turísticas desde el punto de vista de la seguridad y de los servicios extra hoteleros.

Exigencia y dedicación

Rodríguez Amiama planteó que aumentar las inversiones  o reorganizar el aparato de seguridad son proyectos exigentes, pero “¿cuál es el nivel de exigencia y dedicación para evitar que los turistas sean timados en las playas por vendedores piratas de excursiones, utilizando embarcaciones sin control y sin estar registrados?”.

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