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La OMT asegura que el turismo mundial bajará el doble de lo pronosticado

La propagación de la crisis económica y la declaración de la gripe A como pandemia han obligado a la Organización Mundial del Turismo a revisar hasta el 5% la caída del turismo mundial este año. Se trata del descenso más elevado en 13 años y es el doble de lo pronosticado en abril.
Uno de cada dos turistas viaja a la Unión Europea. La crisis económica mundial, junto al fuerte proceso de apreciación del euro frente a otras monedas (lo que encarece los viajes a suelo europeo) ha provocado una caída espectacular en la llegada de viajeros hacia la UE. En los cuatro primeros meses del año, ese descenso ha llegado al 10,4% y ha contagiado a los flujos mundiales, que han bajado un 8,4% en el mismo periodo, lo que supone un recorte de 22 millones de viajeros en tasa anual.

Junio-Septiembre
La Organización Mundial de Turismo (OMT) preveía que la temporada alta (junio a septiembre) enjugaría esa caída, que finalmente quedaría entre un 2% y un 3% en tasa anual para el conjunto del año. Sin embargo, la propagación de la crisis y la declaración de la gripe A como pandemia ha empeorado las previsiones y ha obligado a la OMT a elevar la caída a un rango entre el 4% y el 6% (46 millones de turistas en términos absolutos), la mayor en trece años. “Pese a que muchos analistas ya han empezado a hablar de recuperación, muchos también creen que lo peor está aún por llegar”, señala la organización en su último informe hecho público ayer.
La rapidez con la que se ha extendido la gripe A por el mundo ha provocado un aumento de las cautelas a la hora de viajar a ciertos destinos en los que se han declarado focos de contagio. Un buen ejemplo es México, el país donde se originó la enfermedad y en el que la virulencia del contagio obligo a establecer el toque de queda en la capital. La llegada de turistas se ha reducido un 50% en el segundo semestre, según un estudio de Bancomer, en el que se asegura que puede perder cerca de 7,5 millones de turistas a lo largo del año: 3 millones por la recesión y 4.5 millones adicionales por el miedo creado por la gripe A.
Oportunidades

El informe, sin embargo, señala algunas contribuciones positivas que la crisis va a aportar al turismo. “El boom de los últimos años había provocado un exceso de construcción, con una fuerte especulación ligada con el precio de la vivienda. En ese contexto era difícil mantener un desarrollo sostenible de los destinos, más aún teniendo en cuenta que los propietarios ignoraban los limites de capacidad de los establecimientos”, señala.
En su opinión, la actual crisis puede ser una buena oportunidad para iniciar el cambio, al que también puede colaborar la necesidad de diversificar productos y la oferta hacia nuevos mercados.
Otro factor que puede contribuir a aliviar las cuentas de las empresas en el sector turístico, según la OMT, es la fuerte bajada experimentada por el barril de petróleo. En junio de 2007, el barril de Brent, de referencia en Europa, alcanzaba máximos históricos al superar los 147 dólares; doce meses después, el precio está situado en 59 dólares, lo que servirá para enjugar parte de los costes por el encarecimiento del crudo. Sólo la industria aérea registró unas pérdidas de 9.000 millones de dólares (6.500 millones de euros)
El caso español

Otros dos factores, a juicio de la OMT, que invitan a pensar en que no hay brotes verdes en el sector turístico mundial es el rápido crecimiento del desempleo en los grandes mercados receptores (entre ellos España, con más de cuatro millones de parados en junio) y el hecho de que la confianza del consumidor ni la de las empresas haya mejorado en los últimos meses.
Uno de los países que más encaja con la coyuntura descrita por la OMT es España, el segundo destino más visitado y el segundo por ingresos en la clasificación mundial. Entre enero y mayo, la llegada de turistas se ha reducido un 11,8% (2,5 millones en términos absolutos), una de las caídas más elevadas entre los grandes receptores.
A principios de año, el Ejecutivo español había puesto todas sus esperanzas, al igual que la OMT, en la temporada alta, en la que se concentra un gran porcentaje de las visitas. Pero el fuerte deterioro experimentado por los tres principales mercados emisores de turistas (uno de cada dos procede de Reino Unido, Alemania y Francia) ha obligado al Gobierno a revisar a la baja sus previsiones, al estimar que la llegada de viajeros caerá un 10% entre junio y septiembre. Esta rebaja supondrá una merma adicional de 2,6 millones de turistas. Si las previsiones se cumplen, España cerrará el año con cinco millones de turistas menos y una cifra de desempleo de cinco millones de trabajadores.

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