¡No lo puedo creer!
El pasado domingo en la misa de la Basílica de Higüey, me reencontré con una frase del apóstol Juan que siempre me ha impresionado: “Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (I Juan 4, 16).
Me provocó algunas reflexiones y decidí explorar la Biblia para rastrear sus referencias al amor. Encontré 312, las repasé y reproduzco algunas.
“Yahveh pasó por delante de él y exclamó: «Yahveh, Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, (Éxodo 34, 6)”
“Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos” (Deuteronomio 7, 9)
“¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!” (I Crónicas 16, 34)
“Él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra.”(Salmos 33,5)
“! Respóndeme Yahveh, pues tu amor es bondad; en tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos!” (Salmos 69, 17)
“Pues tú eres, Señor, bueno, indulgente, rico en amor para todos los que te invocan” (Salmos 86, 5)
“¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!” (Salmos 118, 1)
“El solo hizo maravillas, porque es eterno su amor. (Salmos 136, 4) Hizo los cielos con inteligencia, porque es eterno su amor; (Salmos 136, 5)
“En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros. (Juan 13, 35) Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor”. (Juan 15, 9)
“Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios”. (Efesios 3, 19)
“Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor” (Colosenses 1, 13)
“Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!” (I Juan 3, 1)
“Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. (I Juan 4, 8) En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. (I Juan 4, 9)”
Esa afirmación: “Dios es Amor” se repite insistentemente en los Salmos y en las cartas de los apóstoles. No puedo creer que en nombre de este Dios Amor se obligue a una niña abusada a parir el fruto de esa violación, o se impida salvar la vida de una mujer cuyo embarazo la pone en riesgo de muerte, o a dar a luz un embrión deformado. Eso no es amor.
Manuel Quiterio Cedeño