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La normalidad regresa poco a poco al tráfico aéreo español

La normalidad volvió lentamente ayer a los aeropuertos españoles después de que la ausencia masiva de controladores el viernes y el sábado obligara a cerrar el espacio aéreo español, lo que provocó que miles de personas quedaran en tierra en el inicio del puente.
De acuerdo con las informaciones internacionales y el diario español El Pañis, tras la militarización del control del tráfico aéreo, el gobierno español decretó el “estado de alarma”, vigente hasta el 18 de diciembre. Los controladores que no acudan a su trabajo en esta situación podrán enfrentarse a “graves penas de prisión”, como ha explicado Alfredo Pérez Rubalcaba. Como consecuencia del caos aéreo, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha expedientado a 442 controladores. AENA es la entidad pública empresarial encargada de la gestión, mantenimiento y desarrollo de los aeropuertos españoles.

Afectados

Según estimaciones no oficiales, 650.000 viajeros se han visto afectados por el caos generado en los aeropuertos.
“Solución, solución”, gritaba el sábado un grupo de unos 50 pasajeros con destino a Punta Cana de Iberworld en la T1 de Barajas porque su vuelo seguía cancelado, según informa Pilar Álvarez. Cerca de allí, Florencio Vicente, que iba a Buenos Aires a hacer un curso de antropología con compañeros de Bajadoz y Andalucía, celebraba que ya tenía hora de embarque y, aunque con 24 horas de retraso, tenía previsto salir durante la noche.
AENA ha operado hasta las 19 horas de ayer domingo un total de 2,470 vuelos, más de la mitad de los 4,060 programados para la jornada en los aeropuertos españoles, con el objetivo de trasladar a unos 500 mil pasajeros, mientras que el número de cancelaciones ascendió a 165 operaciones. De éstos últimos, 99 han sido de llegada y 66 de salida, según los datos facilitados por el gestor aeroportuario.
De los 4,060 vuelos previstos para este domingo en España, 2,030 eran de salida y el mismo número de llegada, mientras que de los 2,470 realizados hasta las 7 de la noche 1,154 fueron aterrizajes y 1,316, despegues. Pese a la vuelta a la normalidad, AENA sigue recomendando a los pasajeros que consulten con su compañía aérea el estado de su vuelo antes de acudir al aeropuerto. También los pasajeros pueden informarse a través de la página web de Aena www.aena.es, en su canal Twitter@aenainformacion y a través del 902 404 704.

Pérdidas para el turismo

Pero la resaca de la crísis de los controladores es más dura de lo que se esperaba. Las compañías y los agentes de viajes dan por perdida a una gran mayoría de los viajeros de la tarde del viernes y del sábado, ya que han manifestado a la agencia de noticias Efe que más de un 90% por ciento salían desde los lugares en los que residen y han decidido renunciar a sus vuelos y a sus vacaciones del puente.
Hasta anoche, las aerolíneas no tenían los datos de las cancelaciones y los cambios que se pueden haber realizado, ya que dieron de plazo a los pasajeros entre 10 y 15 días para tramitar los reembolsos y las variaciones de fecha.
Fuentes de los tour operadores en el aeropuerto de Barajas detallaron que la totalidad de los vuelos especiales con motivo del puente se operaban en la tarde del viernes y la mañana del sábado. Eran “paquetes turísticos” que se dirigían principalmente a ciudades europeas, como París, Londres, Praga y Roma, entre otras, con lo que el cierre del espacio les ha “tocado de lleno”, manifestaron las fuentes, que señalaron que se “podría hablar de un 100% de anulaciones a la espera de los datos definitivos”.
Por su parte, varias compañías explicaron que el hecho de que no se viera el fin del conflicto con los controladores y que entre el viernes y el sábado se “fuera ampliando el horario de cierre del espacio aéreo desmotivó a muchos viajeros, que prefirieron anular sus vuelos”.
Las aerolíneas detallaron que los vuelos que iban más llenos en la tarde del viernes y del sábado eran los que se dirigían a las Islas Canarias, Baleares y al arco mediterráneo, con destinos como Estambul o Tel Aviv, lo que deja claro que “eran destinos fundamentalmente vacacionales”.

Acusación formal

El caos aéreo ocasionado viernes y sábado por el paro salvaje de controladores ha provocado que AENA haya abierto expediente a 442 de ellos, una quinta parte de un colectivo que cuenta con unos 2,200 profesionales. Así lo ha anunciado el ministro de Fomento de España, José Blanco, que ha hecho balance de la crisis de los controladores, iniciada el viernes y que ayer obligó al Gobierno a decretar el estado de alarma, por lo que los vigilantes del aire pasaron a estar bajo obediencia militar. Según ha confirmado el ministro, los controladores acudieron el domingo en la mañana sin incidencias -han trabajado 286 de 296- Los que no lo han hecho, ha sido por “causas justificadas”.
Tras casi 24 horas de cierre del espacio aéreo, el Ministerio de Fomento decretó su apertura hacia las 15:30 del sábado. A partir de entonces había que recuperar el terreno perdido por todos los vuelos cancelados y problemas originados en esas 24 horas. Las compañías se pusieron manos a la obra para reprogramar sus vuelos y dar cabida al mayor número de viajeros posible. Ya están operando con total capacidad, aunque la actividad normal tardará en restablecerse totalmente unas 48 horas por la necesidad de recolocar a los viajeros afectados, los ajustes técnicos en los planes de vuelo y la necesaria coordinación con el resto de Europa.

Plan B

El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reiteró que “una protesta con esta virulencia no volverá a ocurrir nunca más en España”, en referencia al caos provocado por los controladores. El ministro ha declarado que el Gobierno “sabía que eran probables conflictos agudizados hasta navidades”, dado que, con el cómputo de horas que llevaban contabilizadas los controladores, en el mes de diciembre muchos de ellos ya habrían superado el límite de horas anual. Por eso se aprobó el decreto del viernes que desató la protesta de los vigilantes, un colectivo con unos “privilegos exorbitantes”, según Rubalcaba.
Preguntado sobre si los problemas pudieran reproducirse en dos semanas, cuando expire el estado de alarma, el ministro lo ha descartado. “Primero, porque a los controladores no les va a salir gratis” la protesta de el viernes. Y segundo, porque “se han aprobado reformas” en el decreto del viernes, entre ellas la de que habrá un médico en las torres de control que certifique los problemas médicos alegados por los controladores. “Si no hay certificado, no hay baja y si no hay baja, hay trabajo”, ha dicho el ministro. En cualquier caso, si siguen las protestas, asegura que “siempre hay planes b y Fomento los tiene pensados. Hay fórmulas por si siguen protestas”.

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