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La falta de mantenimiento vial y el caso de Puerto Plata

Por Luis José Chávez

En la República Dominicana no existe una política de mantenimiento vial. Las  pequeñas o modestas inversiones, tan  necesarias para asegurar  la utilidad social y la durabilidad de las obras públicas,  no encajan en el esquema del actual gobierno, definitivamente partidario de los proyectos faraónicos y de los grandes presupuestos.
Para muchos resulta insólito, por ejemplo, que  el Gobierno se gaste por vía del endeudamiento externo unos 300 millones de dólares en la construcción del  Corredor Duarte de Santo Domingo y sin embargo no pueda consignar  una pequeña partida  para rehabilitar, señalizar  e iluminar los elevados de la avenida John F. Kennedy, convertidos en una peligrosa trampa nocturna, especialmente  para los conductores que no conocen de memoria la división y el  trazado de los carriles, o  para señalizar e iluminar la tenebrosa entrada a la capital desde la autopista Duarte.
Ya se sabe que las pequeñas obras  no representan una tajada  atractiva para al barril sin fondo de la corrupción pero    algunas cosas deben hacerse bien, aunque  solo   sea para guardar las apariencias.
El caso de Puerto Plata es muy representativo. Las dos carreteras  que comunican esa importante zona turística con Santiago y parte de la Línea Noroeste, se encuentran en pésimas condiciones para el tránsito vehicular, pero antes de disponer el acondicionamiento de esas vías el gobierno ha optado por  construir una nueva carretera entre Navarrete y Puerto Plata.
La carretera turística Santiago Puerto Plata, de 52 kilómetros de extensión,  está prácticamente inservible desde hace varios años debido a los derrumbes registrados en algunos puntos de la vía, pero también por la falta de mantenimiento. Mientras tanto, la ruta de 45 kilómetros entre  Navarrete y  Puerto Plata, con muchos baches y ninguna señalización, debería ser declarada de peligro público, como han solicitado voceros de la provincia.
En Puerto Plata  se preguntan por qué las autoridades no destinan  algunos recursos para mejorar las dos carreteras existentes, en lo que se  inicia y termina la nueva vía, considerando  que estamos en plena  temporada alta del turismo  y la Costa Norte debe contar con   sus mejores recursos. Entre esos recursos está la cercanía con la ciudad de Santiago, que por demás ya se ha embarcado en un proyecto de desarrollo turístico que también necesita a la Costa Norte como atractivo  complementario.
Por cierto, el 25 de abril del 2010, en plena campaña electoral,  el ministro de Obras Públicas, Victor Díaz Rúa, anunció en Puerto Plata que ya el Gobierno había entregado 40 millones de dólares a la firma colombiana DOVICON para iniciar la construcción de la carretera Navarrete Puerto Plata. Ver publicación de la fecha (Ministro de Obras Públicas anuncia inicio de obras en Puerto Plata: http://hotelesenhoteles.com/?p=7811) Se ignora el uso y el destino de esos recursos ya  que la obra está totalmente paralizada.
Tampoco hay una razón válida  para explicar el progresivo deterioro de la  autopista Duarte desde Santo Domingo a Santiago y  la carretera Duarte, a lo largo de toda la Línea Noroeste, ni el abandono total  de las carreteras del Este, entre ellas Hato Mayor Sabana de la Mar, Sabana de la Mar  Miches, Miches Nisibón, y Miches El Seibo, comunidades todas con formidables recursos para el turismo, la agricultura y la pesca, que durante los últimos años han sido severamente afectadas por el  mal estado de sus vías de comunicación.
En la misma situación hay que incluir los tramos carreteros Azua Barahona y Barahona  Enriquillo, que también han sufrido un marcado deterioro debido a la falta de mantenimiento. Ojalá que el gobierno escuche y rectifique. Si no,   que el país tome nota (25 de diciembre 2011)

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