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La competitividad es el tema central de la agenda

La competitividad es la cuestión crucial de la economía y en el turismo. En el Foro Dominicano Anual de Turismo, Luis Emilio Rodríguez, presidente, la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana, planteó que el rescate de la competitividad es el tema principal de la agenda del turismo; y ayer en un artículo, Enrique de Marche, pasado presidente de esta entidad, afirmó que para impulsar nuestra principal industria debemos superar la tradicional ley de incentivos y optar por una ley de competitividad. Dos maneras distintas de plantear lo mismo.
Comparto este enfoque. Lo justifico con un argumento muy simple de corte histórico. En los años del azúcar como nuestra principal industria, el negocio era bueno porque los Estados Unidos nos asignaban, de favor, una cuota para vendérsela a precios preferenciales. Lo mismo ocurrió con las zonas francas, que en sus años de auge dependían de una cuota de productos textiles en el mercado del “Gran Hermano” de Washington.
Para el turismo no hay ni habrá cuotas. El turismo es personas atendiendo personas, que viajan por placer, curiosidad o aventura, y nadie puede obligarlas a ir a un lugar que no sea de su interés. Para el turismo, primero necesitamos la infraestructura y condiciones para ofrecer este servicio y después tenemos que salir a buscar los clientes alrededor del mundo. Los conseguiremos si podemos competir con los 190 países y territorios que también hacen lo mismo que nosotros. Competimos con medio mundo por atraer a los potenciales turistas que también viven en 190 países y territorios. Esto es la competitividad. Un mundo en que todos nos peleamos por los mismos inversionistas y los mismos turistas.
Siguiendo con ejemplos simples, como país soberano, para usar la frase de moda, nuestro gobierno puede crear los impuestos que se les antoje y elevar los costos, complicar los procedimientos para entrar al país o dificultar los procesos para las inversiones. Pero, como nadie está obligado a venir a las playas dominicanas para vacacionar o invertir, quienes viajan e invierten buscarán destinos que ofrecen mejores ofertas y condiciones para los negocios. No es cuestión de soberanías o deseos, es un asunto de negocios; y las reglas del negocio las dicta el mercado, no nosotros.
Vivimos en un mundo en que subsisten las fronteras físicas, pero desaparecieron para los negocios; un mundo nuevo que sólo admite calidad y condiciones para competir con quienes venden al mundo lo mismo que nosotros. Por eso preocupa que siendo el sexto país en importancia turística en América, ocupamos la posición 17 en competitividad; y ahora el Banco Mundial nos dice que en un año retrocedimos 5 puestos en el ranking de competitividad.

 

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