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Hoteles, agencias de viajes y aerolíneas acentuaron sus pérdidas en septiembre

El sector de viajes de Estados Unidos se ha visto gravemente golpeado por la ralentización económica. Las aerolíneas americanas han registrado fuertes declives en el tráfico de pasajeros en septiembre. Los índices de ocupación de hoteles han bajado e incluso los directivos de viajes corporativos están pidiendo más concesiones sobre acuerdos negociados previamente.
Las cancelaciones están empezando a aumentar hasta en los hoteles de cuatro y cinco estrellas, que antes parecían inmunes a los vaivenes de la economía.
Hace meses, las aerolíneas, que están dejando en tierra algunos de sus aviones más viejos, anunciaron planes para reducir entre el 8% y el 10% de sus vuelos nacionales. El tráfico de pasajeros ha bajado más allá de los recortes ya planeados.
Desde luego, el otoño es normalmente una temporada más baja para los viajes aéreos que la primavera y el verano. Hasta que empiece la Navidad, los vuelos están dominados por los viajeros de negocios. Por eso, la reducción del tráfico refleja la repercusión de la crisis en las aerolíneas.
En septiembre, las siete aerolíneas más importantes tuvieron una caída media del 9,47% en las millas viajadas por los pasajeros nacionales comparado con septiembre de 2007. En el ámbito doméstico y en el internacional, las aerolíneas más importantes transportaron el 9,2% menos pasajeros que en septiembre de 2007.
Las tarifas son entre un 15% y un 25% más altas en muchas rutas de lo que eran hace un año. Pero esta estrategia parece haberse estancado.

Golpe al sector hotelero

Los hoteles también están sintiendo la crisis. En septiembre, la ocupación de hoteles nacionales bajó un 5% desde el anterior mes de septiembre, según la firma Smith Travel Research. Y el segmento de precio más alto del sector hotelero, que había estado sosteniéndose, ahora parece estar acusando el golpe.
“Durante las últimas dos semanas, las cancelaciones de las reservas existentes son un 50% superiores a lo normal” en hoteles con todos los servicios, explica Bjorn Hanson, profesor en la Universidad de Nueva York.
Este nicho de mercado -incluyendo los hoteles de cinco y de cuatro estrellas que hacen importantes negocios- ha estado impulsado por operaciones corporativas que se acordaron la pasada primavera, cuando “el poder estaba todavía del lado de los vendedores”, puntualiza Hanson.
Aunque las tarifas siguen altas, dice Hanson, las empresas que cerraron contratos de hotel están “negociando intensamente para obtener concesiones, desayunos gratis, uso gratuito del gimnasio y de los servicios del centro de negocios, salida tardía gratuita”.
Los beneficios del tercer trimestre cayeron un 28% en Marriott International, que está considerado un barómetro del sector debido a su presencia global y a su amplia gama de marcas de hoteles, desde el nivel medio como Courtyard by Marriott hasta hoteles de lujo de cinco estrellas como el Ritz-Carlton.
“En el Ritz-Carlton Central Park, normalmente lleno de banqueros de inversión y sus clientes, ahora es el sector del ocio y los diplomáticos los que ocupan sus habitaciones y restaurantes”, explica Anne Sorensen, jefa financiera de Marriott. Otros hoteles Marriott están intensificando el márketing con los programas de viajes baratos.

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