Felucho consulta abogados para ver si proceden demandas sobre cable Wikileaks
El ex secretario de Estado de Turismo Félix Jiménez (Felucho) dijo que está dando los pasos legales, consultando abogados en República Dominicana, España y Estados Unidos para demandar, si procede, a todos los que lo han difamado. Jiménez se refirió a las informaciones del portal Wikileaks publicadas por el periódico El País, donde el ex embajador de los Estados Unidos, Robert Fannin, lo acusa de querer cobrar supuesto soborno de diez millones de dólares para dejar operar en el país una empresa de biocombustible.
Jiménez ofreció este lunes en la mañana una rueda de prensa donde le pidió al Presidente de la República designar una comisión para que investigue esa denuncia y llevarlo hasta las últimas consecuencias.
Pidió que la comisión además del Ministro de la Presidencia y el Consultor Jurídico la integre el ex procurador general de la República, Virgilio Bello Rosa y que la Conferencia del Episcopado nombre un abogado que lo represente, así como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y la embajada de los Estados Unidos en el país.
Felucho dijo que no conoce a esa empresa y dijo que le extraña que habiendo mil 673 cables que hablan de la República Dominicana, el periódico El país sólo sacara este. “Porque el interés de España es por el turismo” indicó.
Agregó que en los ocho años que permaneció como Ministro de Turismo se invirtieron más de ocho mil millones de dólares de capital extranjero en República Dominicana y de eso más de seis mil millones de dólares corresponde a empresas española.
En ese sentido sostuvo que el diario El País debió consultar a esos inversionistas españoles antes de sacar la información y que los medios de comunicación dominicanos deben consultar a la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), la Comisión de Energía y a todas las instituciones que sean necesarias.
Aseguró que ese cable es “un chisme barato y una mentira grosera”
Dijo que le extraña que el ex embajador Fannin representara de “tan mala manera” esos intereses, al referirse a las empresas norteamericanas que instalaría la empresa de biocombustibles.