Evaluación muestra impacto ambiental negativo de actividad minera y de cementos en Pedernales
El índice de calidad ambiental en el entorno del puerto de Cabo Rojo es “malo”, producto principalmente de la actividad minera y cementera y otros factores relacionados que provocan contaminación con desechos sólidos, visual, de las aguas marinas, terrestres, polvo, ruido y erosión de la playa, situación descrita en una reciente “Evaluación de la Calidad Ambiental de la Franja del Litoral Pedernales-La Cueva”.
No ocurre lo mismo con el litoral que discurre entre Cabo Rojo y La Cueva, contiguo a Bahía de Las Águilas, escogido para crear un área hotelera, en que el índice de calidad ambiental es “bueno”, aunque allí también existe polvo y ruido. En la zona están las mejores playas de ese litoral.
La evaluación elaborada por EMPACA, firma especializada en asesoría y estudios ambientales, con reconocida presencia en las áreas del turismo y las explotaciones mineras, estudió desde el punto de vista ambiental la franja costera escogida para el plan de desarrollo turístico de Pedernales diseñado por el Ministerio de Turismo.
El estudio realizado, explica el informe divulgado, “constituye la evaluación de la calidad ambiental de la Franja Litoral del Río Pedernales-La Cueva, considerando el espacio evaluado a partir de sus características ecológicas y de sus recursos naturales con alto nivel de preservación, y bajo nivel de intervención del hombre, es buena en términos regionales”.
La calidad ambiental señala, “es el resultado de evaluar el estado actual o previsible de los factores ambientales (aire, agua, relieve, biota, población y economía) a través de indicadores ambientales o de calidad ambiental, puntualmente evaluados cuantitativa y cualitativamente”.
Para llegar a estas conclusiones, señala, “se considera la contaminación del aire, de los suelos y de las aguas terrestres y marina, niveles de ruido y afectaciones a los recursos naturales (vegetación y playa). Dimensionada por el impacto que producen las deficiencias en el uso de la franja costera, la no mitigación adecuada de las emisión de las fuentes fijas, vinculadas a la infraestructura hotelera y extra hotelera, a la vida cotidiana de la ciudad de Pedernales, las actividades agrícolas, mineras y de producción de cemento”.
Fuente de deterioro
Acerca del puerto dice que es un sitio que por sus actividades representa una fuente de deterioro de la calidad ambiental, por “los métodos de carga de los barcos”, tanto de la bauxita como de las rocas para la industria del cemento, así como “los acarreos desde las canteras y minas de extracción”.
Afirma que “estos procesos inciden significativamente en la calidad del aire y del paisaje, además de aportes de material al fondo marino en el entorno del puerto”, donde “las concentraciones de material particulado (polvo) fueron en extremo altas”.
Los técnicos de EMPACA explicaron que esta evaluación es un proyecto conjunto con CICOM y aseguraron que ambas empresas creen en la minería y sirven a importantes compañías mineras del país, pero la minería debe desarrollarse con responsabilidad y debe explotarse cuando no impide o dañe otras opciones de desarrollo de mayor impacto económico y social.
Los datos del estudio ambiental fueron dados a conocer en el reinicio de las tradicionales tertulias de prensa sobre temas de interés turístico, auspiciadas por la Asociación Dominicana Prensa Turística (ADOMPRETUR), que durante la actividad estuvo representado por sus principales directivos, incluyendo su presidente Luis José Chávez, su vicepresidenta Karina López y su secretaria general Millizen Uribe.
También estuvieron presentes los pasados presidentes Manuel Quiterio Cedeño y Osvaldo Soriano, y el secretario general de la filial ADOMPRETUR Pedernales, Adrián Fernández, conjuntamente con decenas de periodistas de diversos medios de comunicación. ADOMPRETUR Pedernales participa junto con CICOM y EMPACA en el auspicio de la evaluación.
Situación en el puerto
En la zona donde se encuentra el puerto existe alta contaminación de los suelos y del paisaje con desechos sólidos, contaminación visual del paisaje natural, contaminación de las aguas marinas y terrestres por residuos líquidos y desechos sólidos y está afectada la vegetación, todo esto por el impacto de las actividades mineras y el transporte de minerales (bauxita) y agregados (piedra caliza por Cemento Andino).
También se constató erosión de la franja de arena de la playa por las yolas y botes, ocupación incorrecta de espacio en la franja de los 60 metros de dominio público con muros, edificaciones y viales. Todos estos temas, considera el análisis, tienen relevancia, son prioritarios, tienen un alto impacto en la calidad ambiental y requieren ser solucionados.
Impacto de minería y cemento
El informe considera “importante destacar” que la concesión minera y las instalaciones de la cementera “causan un efecto muy desfavorable por su inserción en un paisaje de terrazas marinas interiores, además de que por la altura de la industria es un objeto antrópico que se observa desde varios puntos de la región”.
Establece que la industria cementera “es la fuente principal de aporte de material particulado (polvo) en el aire”, de acuerdo a la medición aplicada en la zona.
Sobre el manejo de la bauxita, dice que la medidas que se toman para evitar la generación de polvo son principalmente rociado de agua y regulación de la velocidad de los vehículos, pero estas “no son suficientes para evitar la dispersión del polvo” en un radio que supera un kilómetro, y esto “afecta significativamente la vegetación con la disminución de las funciones de fotosíntesis” al cubrir las hojas, “además de deteriorar en extremo el paisaje de la llanura”.
Acerca del puerto dice que es otro de los sitios que representa por sus actividades una fuente de deterioro de la calidad ambiental, por “los métodos de carga de los barcos”, tanto de la bauxita como de las rocas para la industria del cemento, así como “los acarreos desde las canteras y minas de extracción”.
Afirma que “estos procesos inciden significativamente en la calidad del aire y del paisaje, además de aportes de material al fondo marino en el entorno del puerto”, donde “las concentraciones de material particulado (polvo) fueron en extremo altas”
El área evaluada
El litoral comprendido entre Pedernales y Las Cuevas, con 14 kilómetros lineales de extensión, escogido para el desarrollo turístico por el Gobierno está divido en cuatro áreas, la primera es la ciudad de Pedernales y su entorno, la segunda es el litoral húmedo que sigue y que incluye una zona protegida, la tercera es la que incluye el puerto de Cabo Rojo donde se ubican las instalaciones de Cemento Andino y la cuarta es el litoral que discurre de Cabo Rojo a La Cueva. Esta evaluación se centró en el entorno de influencia directa de las fuentes de contaminación de cada área.
EMPACA encontró que en la ciudad y su entorno la calidad ambiental es moderadamente mala, y lo mismo ocurre en el litoral húmedo; en la zona del puerto y Cementos Andino es mala y en La Cueva es buena, que es el área próxima a la entrada a Bahía de las Águilas.
Necesitan atención
En Pedernales y su entorno los temas que demandan mayor atención son la presencia de desechos sólidos, algunos impactos que afectan negativamente la playa próxima a la ciudad, el uso incorrecto de la franja de los 60 metros de dominio público y la erosión de la playa. También existe contaminación por polvo y ruido.
En el litoral húmedo también merecen alguna atención la contaminación con desechos sólidos, la contaminación de las aguas marinas y terrestres, el ruido y el polvo, los daños que causa la extracción ilegal de arena y los daños que causa las actividades mineras.