El turismo, clave para el presidente electo de Francia
La victoria del socialista François Hollande en Francia por un 51,62% de los votos, frente a su adversario Nicolas Sarkozy, quien consiguió el 48,38% de los votos, pone sobre la mesa un deseo de cambio de rumbo en cómo Europa está haciendo frente a la crisis. Hollande no subirá el IVA, creará 200.000 empleos y elevará los impuestos a los ricos.
Hollande parece tener clara la importancia estratégica del turismo en Francia, y en campaña anunció la creación de un organismo público-privado que aglutine a todos los sectores y pueda coordinarlos.
El futuro presidente quiere que todos los franceses puedan realizar vacaciones, pero también acentuar la promoción de Francia en los mercados internacionales y convertirlo en un referente de “excelencia medioambiental”.
Francia quiere mejorar su ingresos turísticos. El país ocupa actualmente el tercer lugar en el ranking mundial de competitividad turística.
Francia es el primer país receptor en turistas internacionales, con 76,8 millones de visitantes en 2010, según la OMT. Por ingresos de turismo extranjero, Francia ocupa la tercera posición (46.300 millones de dólares en 2010).
“La austeridad no puede ser una condena”, asegura el presidente electo de la República Francesca, el socialista François Hollande.
Junto con sus objetivos de controlar el déficit, el futuro presidente pone sobre la mesa un ambicioso programa de crecimiento que incluye 60.000 contratos para nuevos profesores, rebajar la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años para los trabajadores con 41,5 años cotizados, subir el salario mínimo por encima de la inflación (ahora es de 1.200 euros al mes); no subir el IVA, en contra de lo que Sarkozy tenía previsto; establecer un tipo máximo del IRPF del 75% para las rentas por encima del millón de euros al año; rebajar los sueldos a los directivos de las empresas públicas y también su propio sueldo (un 30%) y los salarios de los ministros, entre otras cosas.
