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Brasil: 13 mil millones de dólares en ganancias por el Mundial

Al termino del Mundial de Brasil 2014, el ministerio de Turismo del país anfitrión anuncio que las ganancias obtenidas tras la visita de miles de turistas ascendió a los 30 mil millones de reales, es decir 13 mil 500 dólares, menos de estimado con anterioridad.

De acuerdo con la agencia Xinhua, luego de que el ministerio de Turismo realizará un análisis profundo tras finalizar el certamen, concluyó que la cifra obtenida equivale al 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil.

Los ingresos obtenidos provienen del gasto de los turistas, del Comité Organizador Local, de inversores privados y públicos. Los 13 mil 500 millones de dólares obtenidos en la Copa del Mundo 2014, superaron las que se obtuvieron en la Copa Confederaciones del 2013, como ya se había estimado.

Las cifras fueron engrosadas principalmente por los latinoamericanos, que aprovecharon la vecindad y la buena labor de selecciones como Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, México y Costa Rica, que avanzaron a octavos de final, para tomar Brasil en masa.

Según los datos de la Policía Federal, de los visitantes de junio, 101 mil llegaron procedentes de Argentina, 44 mil de Chile, 41 mil de Colombia y 34 mil de México.

Desde Estados Unidos, donde el Mundial de Brasil alcanzó récords de audiencia en televisión, llegaron 83 mil turistas, un número tan sólo superado por el de argentinos.

Entre los países sin tradición de turismo en Brasil y con cifras récord se destacó Ghana, de donde llegaron 2.320 visitantes, al menos 300 de los cuales han solicitado refugio en el país para poder quedarse a vivir y trabajar.

Se calculaba inicialmente que los 600 mil visitantes extranjeros recibidos durante el Mundial gastarían en el país unos US$3.500 millones, prácticamente la cuarta parte de lo que el Gobierno central de Brasil gastó en la preparación del evento, incluyendo estadios, sistemas de metro y carriles exclusivos para autobuses.

Tan sólo Sao Paulo, una de las doce sedes del torneo, dijo haber recibido unos 500 mil turistas, incluyendo 196 mil extranjeros, que dejaron ingresos por 1.000 millones de reales (unos US$454,5 millones), según datos divulgados el viernes por la alcaldía de la mayor ciudad de Brasil.

Las cifras son mayores en Río de Janeiro, principal puerta turística de Brasil y destino de la mayoría de los extranjeros que llegó al país durante el Mundial.

Y Río de Janeiro, en donde eran esperados inicialmente 400 mil visitantes extranjeros, puede beneficiarse en el futuro del Mundial debido a que, según una encuesta divulgada por la municipalidad, el 98,3 % de los visitantes dijo que recomendará la ciudad para sus familiares y amigos.

En cuanto al transporte aéreo, se conoció que cerca de diez millones de pasajeros pasaron por los veinte principales aeropuerto brasileños durante los 31 días del Mundial de fútbol 2014, de acuerdo con cifras divulgadas por la Presidencia de Brasil en su blog.

El transporte aéreo operó dentro de los límites de la normalidad durante toda la competición en Brasil pese al fuerte aumento del tránsito de aviones y de la demanda de pasajeros, según las cifras de la secretaría de Aviación Civil citadas en el portal oficial.

El avión se convirtió en el principal medio de transporte de los turistas en el Mundial debido principalmente a las dimensiones territoriales del país, agrega el blog de la Presidencia.

Las ciudades más visitadas por los turistas durante la competición fueron Río de Janeiro, Sao Paulo, Belo Horizonte y Brasilia, cuatro de las principales urbes del país y de las doce sedes del Mundial.

“Tras el Mundial podemos ampliar en un 20 % el número de visitantes extranjeros gracias a esa exposición positiva de la imagen de Brasil en el exterior”, consideró el ministro de Turismo, Vinicius Lages, citado en el propio blog de la Presidencia.

Más allá del crecimiento del turismo y otros indicadores positivos, la derrota ante Alemania y el cuarto lugar no es la única mala noticia que al parecer trae el Mundial a Brasil, un país que ahora enfrenta el período post evento y el cese de la euforio mundialista para enfrentar los problemas de su realidad.

Entre los dolores de cabeza ya identificados está llenar los caros estadios remozados o nuevos, sobre todo en zonas donde no hay equipos que logran llenar las gradas, de gran capacidad pensando en el Mundial, que implicó una inversión de más de US$11.500 millones, más del doble de lo invertido en Sudáfrica 2010. Este tema se saca a colación sobre todo para los estadios de Cuiabá, Brasilia, Manaos y Natal.

Los analistas también apuntan al bajo crecimiento económico (1,63% frente al anteriormente previsto 2,5%), y el alza de la inflación y los precios, lo que para muchos contradice la promoción del Mundial como un catalizador de la economía, con ingresos pronosticados superiores a los 13 mil millones de dólares.

También muchas empresas reportaron pérdidas durante los días del torneo, mayormente por los feriados. Cada uno de esos días implicó pérdidas por US$3.610 millones en la industria brasileña, según la Federación de Industrias de Sao Paulo.

No obstante, algunos sectores incrementaron ventas, entre ellos el turismo y todo lo relacionado con el ocio, las bebidas, y los fabricantes y comercializadores de aparatos de TV.

 

 

 

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