Señalan nuevos paradigmas del turismo urbano
Las revoluciones urbanas y los viajes continuos crean una oportunidad única para hacer del turismo de la ciudad un fuerte impulsor de ciudades más sostenibles e inclusivas.
De acuerdo con las conclusiones de la Cumbre Mundial sobre Turismo celebrada en Barcelona, España, los días 9 y 10 de diciembre, los nuevos paradigmas para el turismo de la ciudad deben abordar varias cuestiones fundamentales, como la participación de la comunidad, una mejor investigación y datos para orientar la planificación y la gestión, público- privadas, la creación de clusters y la línea de corriente de la tecnología, la innovación y la sostenibilidad.
El turismo se ha convertido en un componente central de la economía, la vida social y la geografía de muchas ciudades en el mundo y está situado idealmente para contribuir a aprovechar las oportunidades derivadas de la urbanización.
La tercera Cumbre Mundial sobre Turismo Urbano: Nuevos Paradigmas destacó que se necesita construir nuevos paradigmas en el turismo de la ciudad.
La Cumbre se centró en cuatro áreas claves: la evolución del entorno, el conocimiento y la tecnología, la medida y la forma de hacer turismo urbano en beneficio de la ciudad y sus alrededores.
Los participantes subrayaron la necesidad de desarrollar productos que están impulsadas por el mercado y basada en la investigación, alertando a la falta de investigación para medir adecuadamente el turismo de la ciudad, su impacto y las tendencias.
Además, los participantes destacaron la necesidad de hacer una ciudad agradable para todos: ciudadanos, turistas y los inversores y difundir los beneficios del turismo de la ciudad a sus alrededores así multiplicar su impacto y gestión de la congestión.
El desarrollo de las agrupaciones que se dedican a los actores públicos y privados de todos los sectores se señaló como fundamental para el nuevo paradigma para el desarrollo turístico de la ciudad; un desarrollo que tiene que ser consciente del hecho de que el turismo es un instrumento de la política de cohesión social y la preservación cultural, más allá de su contribución fundamental como actividad económica.
Los participantes también alertaron sobre la necesidad de discutir los nuevos modelos de negocio emergentes dentro de la llamada economía del compartir y evaluar su integración en la planificación y desarrollo del turismo.