Efectos crisis acechan turismo AL
Las nubes negras de la crisis global han sembrado incertidumbre en el sector turístico latinoamericano, temeroso de un inminente freno en la llegada de estadounidenses y europeos pero también dispuesto a aprovechar las ventajas de este nuevo escenario.
México es la gran potencia turística de la región, con 22 millones de visitantes extranjeros anuales, y su caso es un paradigma de lo que sucede en el resto de grandes destinos regionales.
Más personas se dejaron atraer por las playas de Cancún, en el Caribe mexicano, así como por el santuario peruano de Machu Picchu o el malecón de La Habana, en el primer semestre de este año que en el de 2007, pero ese aumento se empezó a frenar con el estallido de la crisis financiera.
“Como vemos ahora el panorama, podría haber una contracción del 15% en la ocupación” en México, pronosticó a la AFP el presidente de la Confederación Nacional de Turismo, Miguel Torruco.
“Ha habido algunas cancelaciones por la incertidumbre en los mercados internacionales que impacta la voluntad de viaje de Estados Unidos (…) Para finales de noviembre se podrá ver cuánto impactó (la crisis)”, indicó Torruco.
En la otra punta de América Latina, se manejan cifras similares, sólo que ya no se trata de posibilidades sino de hechos consumados.
“Hay un 15% de cancelación de reservas. Se empezó a registrar hace un mes aproximadamente. Dados los datos de operadores mayoristas de otros países, como Brasil, es muy probable que experimentemos una caída de 25%”, lamentó a la AFP Luis Peña, de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Argentina, país que recibió 2,9 millones de turistas extranjeros en 2007.
En el vecino del norte, sin embargo, niegan haber detectado aún reducción alguna en la llegada de visitantes foráneos.
El secretario de Asuntos Internacionales de la Asociación Brasileña de Agencias de Viaje auguró a la AFP que su país “no tendrá muchos cambios y continuará recibiendo unos cinco millones de extranjeros por año. Y para más adelante, Dios dirá”.
Pero nadie niega que son días de zozobra para el sector. Cada uno de los recientes desplomes de las bolsas mermó la confianza de los ciudadanos respecto al futuro de las economías domésticas y entonces la primera decisión es suprimir gastos no imprescindibles.
“Ante la incertidumbre, lo primero que hace la gente es cancelar todo. Luego analiza y recorta la opción: si pensaba ir a un hotel cinco estrellas, pasa a uno de cuatro; de 20 días reduce a 15 y así”, explicó el argentino Peña.
En esta cacería en busca del ahorro, los responsables del turismo latinoamericano creen que pueden lograr muchas presas. El objetivo es atraer a más europeos y, sobre todo, aún más estadounidenses, la primera comunidad turística de la región.