Back

Resistencia a las nuevas tendencias

 

En la pasada edición número 20 de la Bolsa Turística del Caribe (BTC) se celebró el seminario “Preservación y Puesta en Valor de las Ciudades Históricas”. Allí escuche a los responsables de manejar el centro histórico de Cartagena (Alberto Escovar Wilson-White, Director de Patrimonio del Ministerio de Cultura), y el Viejo San Juan en Puerto Rico (arquitecto Juan Ortiz Colón, experto del Instituto de Cultura Puertorriqueña).

Estos expertos cuidan dos de las ciudades antiguas más emblemáticas, y en sus exposiciones hicieron trizas postulados de quienes se han erigido, por designación propia, en guardianes de la “pureza” de nuestra Ciudad Colonial. Tomé nota de algunas de sus ideas más “irreverentes”. Aquí algunas:

1. Una ciudad histórica no es un museo. Es un ente vivo cuya evolución queda registrada tanto en su patrimonio tangible (edificios y plazas), como en el intangible (cultura, prácticas sociales, estilos de vida, etc.).

2. Un centro histórico no puede purificarse reduciéndola a un solo período, los edificios tampoco. Las ciudades no se pueden detener en el tiempo.

3. Es un error pretender reducir una ciudad a un estilo arquitectónico histórico. ¿Si la pureza es lo colonial, entonces cual época elegimos? ¿El siglo 16, el 17, el 18…?

4. Cada período deja su impronta, y la mezcla de épocas se registra en las edificaciones y plazas. Estas intervenciones deben ser preservadas por respeto a la historia; no borradas por una mal entendida pureza histórica.

5. La evolución de las ciudades no puede detenerse. El reciclaje de las edificaciones es una opción. Conventos, iglesias, edificios y plazas se restauran para cambiar de uso (a hoteles, restaurantes, universidades, teatros, etc.)

6. Se debe respetar la evolución de las técnicas constructivas, y evitar reconstruir edificios y otras infraestructuras para que representen la idea que tenemos de lo que pudo haber sido.

7. Debemos aceptar la diversidad que se expresa en los centros históricos reconociendo los diferentes aportes a lo largo del tiempo. Hay diversidad incluso en el largo período colonial. Aceptar la diversidad es asumir la historia, no una adulteración de la historia. No debe borrarse el rastro de ningún período.

8. Son necesarias las interpretaciones diversas para recuperar el significado histórico de las ciudades, no necesariamente afincado en lo colonial. Cada época tiene su sentido; lo colonial debemos retenerlo como referente.

Presentaron casos interesantes. Po ejemplo, La Puerta del Reloj, símbolo de Cartagena, es una estructura colonial completada con otra neoclásica del siglo 19. También, la plaza de Santa Teresa, ajardinada en el siglo 19 con árboles.

Tienen mucho que aprender quienes históricamente controlaron los procesos en nuestra Ciudad Colonial, no están libres de pecado y ahora se resisten a las nuevas tendencias.

 

Manuel Quiterio Cedeño

No es permitido copiar el contenido de este portal.