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Reflexiones mirando el Sena

Por Manuel Quiterio Cedeño

PARIS.- La Feria Internacional de Turismo de Francia, es un encuentro turístico relativamente pequeño porque atiende las necesidades del mercado francés que es uno de los más importantes del mundo.
Para los dominicanos es una cita comercial muy importante porque es nuestro tercer mercado detrás de Estados Unidos y Canadá. Representa más del 20% del turismo que llega de Europa y el 7% del total. En el 2010 recibimos 244 mil franceses y en los últimos cuatro años las llegadas suman más de un millón. Después de años sin crecimiento, en el 2011 tenemos un crecimiento del 3.5%. En estos momentos recibimos 14 vuelos semanales (6 mil asientos) desde Francia a Punta Cana, seis ellos de Air France. En noviembre tendremos uno más a Samaná, y para el invierno sólo la aerolínea XL tendrá 14 vuelos semanales.
La feria de París, como todas a las que he asistido en los últimos seis años, incluyendo las más importantes del mundo,  deja lecciones interesantes a destacar ahora que está sobre el tapete el mezquino presupuesto que el Gobierno pretende asignarle al Ministerio de Turismo.
Al analizar los componentes iconográficos de la promoción dominicana en Paris encontramos: playa, sol, montaña, cultural (historia colonial/imágenes tainas/carnaval), ecoturismo, golf y otros de menos importancia. Quien se molesta en recorrer la exposición comprobará que todo esto existe en demasía en el Caribe, Centro América, África, Asia, Europa, México y Estados Unidos. Un ejercicio interesante es tomar imágenes de otros países y colocarle la identidad dominicana, para comprobar que la gran mayoría de los participantes –incluyendo dominicanos- se equivocaría identificando como nuestras, imágenes y paisajes de otros países de América, Asia, África y Europa.
Cuál es la lección?  Si no es imposible, si es difícil encontrar espacios vacios y la creación de una identidad propia exige creatividad, mucho trabajo y abundantes recursos. Si usted ve la Torre de Eiffel o los puentes del Sena sabrá que es París; si ve la Estatura de la Libertad, es Nueva York ;  las pirámides Mayas, que es Cancún; los osos panda o la muralla, es China… pero si ve playas, golf  y monumentos coloniales, es difícil concluir que es Dominicana.  Eso abunda.
La diferencia se logra principalmente con calidad en el servicio, innovación constante en la oferta y agresividad e inversión el mercadeo, promoción, relaciones pública y publicidad. Más en tiempos de crisis, en que se reduce la cantidad de personas que viajan para vacacionar y quien quiere tomar una parte del pastel invierte más en promoción. Pongámonos las pilas, hagamos las inversiones de lugar, o nos comerán los caramelos.

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