Reducción del ritmo de crecimiento de las llegadas de turista plantea retos a líderes del sector turismo
Manuel Quiterio Cedeño
Después de tres años consecutivos de pobre desempeño, la llegada de visitantes extranjeros presentó el año pasado resultados alentadores. No todos los problemas del período negativo pueden achacarse a la crisis económica mundial porque las dificultades se presentaron antes de que esto ocurriera, y lo indica el decrecimiento del 1.6% en el 2007 y 1.4% en el 2008.
En el 2009, en la plenitud del huracán, el negativo fue un 0.9%, pero fue una mejoría. El año pasado se alcanzó un crecimiento del 3.1%, que debe considerarse un logro para el Ministerio de Turismo, tomando en cuenta los tres años malos, el efecto la crisis y los achaques económicos de los grandes mercados para el turismo dominicano.
Están pendiente muchas interrogantes sin respuestas en el pequeño círculo de quienes siguen de cerca el comportamiento de la industria turística local y tratan de analizar sus circunstancias y tendencias del proceso dominicano a la luz de los profundos cambios que transformaron profundamente en los últimos 15 años la actividad turística mundial.
Una de las preguntas pendientes es si para nuestro país quedó atrás la alentadora etapa de alto crecimiento de las llegadas de turistas extranjeros, en la que sistemáticamente avanzamos a un ritmo muy por encima del promedio de la industria turística mundial y de las llegadas de turistas al Caribe.
En el período 1991-2010 (20 años) sólo se registraron comportamientos negativos en el 1991 (0.1%), en el 2001 (2.7%), en el 2002 (3.5%) y en el 2009 (0.9%). Se reportaron crecimientos positivos notables, aunque menores al 5% en el 1998 (4.3%), en 2004 (4.1%) y los ya señalados del 2007, 2008 y 2010. Sin embargo, estuvimos por encima del 5% cuatro años, en el 1994, 1996, 2005 y 2006; y superamos siete años el 10% en el 1992, 1993, 1995, 1997, 1999, 2000 y 2003.
El análisis de tendencia para advertirnos que se nos hace cuesta arriba mantener altos crecimiento en medida que crece nuestra oferta, que obtenemos mayor cantidad de turistas y que aumenta la competencia mundial en el segmento de la oferta de turismo en clima tropical.
Observamos, que en el período 1991-1995 el promedio de crecimiento fue 14% (altísimo), de 1996 al 2000 bajó al 11% (muy alto), del 2001 al 2005 el promedio fue 5% (bueno) y el último quinquenio 2006-2010 (muy bajo) nos quedamos en un 1%. Estas tendencias motivan reflexiones y son un impactante aviso para los tacaños que entienden que el turismo camina sólo, se niegan a invertir y entienden que esta industria puede dejarse a la buena de Dios.