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Playa Dominicus recibe certificación Bandera Azul

La playa La Laguna Dominicus recibió la certificación Bandera Azul internacional para el periodo 2012 – 2013, otorgada por el Jurado Internacional del programa Bandera Azul luego, de concluir exitosamente el proceso de evaluación.

La playa ratificada Bandera Azul se extiende desde las instalaciones del hotel Oasis Canoa, cruzando frente del Catalonia Gran Dominicus, el Iberostar Hacienda Dominicus, hasta a propiedad de los resorts Viva Wyndham Dominicus Palace y Beach.

La Asociación de Hoteles La Romana-Bayahibe (AHRB), ha sido reconocida por los trabajos realizados para lograr y mantener la certificación Bandera Azul en la playa Dominicus, obtenida en el año 2004 siendo la primera en República Dominicana y en la región en América.

Cooperación pública

Ana García, Directora Ejecutiva de la AHRB, afirmo que el logro de mantener esta condición es producto de la cooperación de varias entidades públicas y privadas, que junto a la Asociación de Hoteles La Romana-Bayahibe, han trabajando arduamente para mantener uno de los recursos más importantes y emblemáticos del destino.

¨Estamos complacidos de recibir nueva vez esta valiosa certificación que ha convertido el destino La Romana-Bayahibe en el líder de gestión ambiental a nivel nacional, gracias a la dedicación y esfuerzo de los coordinadores ambientales de hoteles en la playa Dominicus¨, afirmó.

Esta categoría ambiental se otorga a los hoteles de playa que cumplen con los requisitos estipulados de la Coordinación Internacional de Bandera Azul, como son calidad de las aguas de baño, información y educación ambiental, gestión ambiental, seguridad y servicios. IDARD supervisa y colabora a nivel nacional para asegurar el vigor y mantenimiento de los criterios por parte de las playas.

Monitoreo de arrecifes

Asimismo requiere el monitoreo regular de los arrecifes de la costa realizado por Reef Check y establecer un sistemas de salvavidas a cada 100 metros de distancia a beneficio de todos los usuarios y patrocinado por el sector privado.

Además de mantener una calidad de agua sumamente estricta, sobrepasando las regulaciones nacionales por cuatro, también se exige la implementación de un programa medioambiental.

En el caso de las agencias de viajes, la concentración no afectará a la operación a efectos del visto bueno de competencia, dado que los interesados deben comunicar a la CNC en casos en que se supere el 30% de cuota de mercado.

Turoperación y aviación

Las dudas pueden venir por la turoperación, cuyo más del 40% podría suponer una traba. No obstante, lo previsible es que la CNC tampoco ponga problemas, puesto que existe un voto de calidad por motivos económicos y sociales, que los interesados pueden pedir para evitar que se produzcan cierres y despidos. Una posibilidad que, tal y como están las cosas, tiene todos los visos de contar con el respaldo de la Administración.

En cuanto a la actividad aérea, la suma de facturaciones de Air Europa y Orbest apenas supone cambios en la cifra total dada la gran desproporción de tamaña a favor de la aerolínea de Globalia. Y en hoteles, las cadenas Be Live (Globalia) y Luaby (Orizonia) son de tamaño mediano.

En la mesa de la CNC hay dos asuntos en estos momentos que afectan al sector. Además de esta operación de concentración que protagonizan Globalia y Orizonia, Competencia abrió de oficio en septiembre una investigación a varios grupos de gestión de agencias de viajes, que ha dado como primer resultado la apertura de expediente sancionador a GEA, si bien la entidad pública sigue investigando y no descartas otros expedientes.

Agencias independientes

Entre las agencias independientes, esta situación paralela está siendo seguida con expectación, dado que muchos agentes de viajes consideran arbitrario que se pueda llegar a sancionar a grupos de gestión que dan cobertura a las pequeñas agencias de viajes, mientras que la vez se llegue a dar el visto bueno a un oligopolio -concentración de la oferta de un sector en un reducido número de empresas, según la RAE-.

Es decir, una concentración incrementada, dada la merma que puede suponer para las pymes una posible sanción a los grupos de gestión. Y es justamente el control de las concentraciones y los posibles efectos de posiciones de dominio, el motivo de ser de la CNC. Una entidad que recaudó el pasado año 12 millones de euros en sanciones.

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