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En el gobierno no todos los músicos tocan la partitura escrita por el presidente Danilo Medina para el Turismo

Por Manuel Quiterio Cedeño

Asistí ayer a un seminario organizado por la Comisión Permanente de Turismo de la Cámara de Diputados que preside David Collado, siempre impulsando iniciativas interesantes.

Allí escuché el relato de un alto funcionario del Gobierno, sobre un reciente encuentro con el Primer Ministro de una isla del Caribe, que compite con nosotros en los mercados turísticos.

El tema inicial de su encuentro fue el interés mostrado por el Primer Ministro en el proyecto dominicano para crear la “Ventanilla Única para la Inversión” y la solicitud de asesoría para replicar esa experiencia, que ellos consideran muy interesante para agilizar los procesos de inversión.

La segunda parte más interesante aún, fue el momento en que el Primer Ministro le preguntó por la inauguración de un proyecto turístico difundida en la edición de ese de ese día de un diario matutino dominicano.

El funcionario que ofrecía el testimonio, dijo que la primera sorpresa fue enterarse de que el gobierno de la vecina isla sigue de cerca los acontecimientos dominicanos y está enterado de cuanto hacemos; pero la gran sorpresa fue escuchar que después de sus explicaciones sobre esa nueva empresa el mandatario llamó a su Ministro de Turismo y le instruyó para que tomara su avión y viajara a Santo Domingo a reunirse con los empresarios extranjeros responsables del proyecto y los invitara a visitar su isla e invertir en turismo.

Este encuentro de un alto funcionario dominicano con el Primer Ministro de un país vecino nos deja varias lecciones. La primera, que mientras aquí estamos barajando y creando obstáculos para establecer la ventanilla única como mecanismo para agilizar los procedimientos para la inversión, nuestra competencia quiere nuestra ayuda para instaurar este sistema como forma de facilitar las inversiones en turismo. La segunda, la agresividad con que ellos detectan y enamoran a los inversionistas para llevarlos a su país. Aquí, a veces los pateamos.

Los temas analizados en la primera parte del encuentro de los diputados pueden resumirse en dos ideas: Recuperar la competitividad y convertir el turismo en una política de Estado. Joel Santos y Frank Rainieri mostraron que toda la acción del Gobierno debe centrarse en crear las condiciones para que el producto turístico pueda competir con éxito en un mercado global; es así, porque nuestro país y sus empresas turísticas compiten en un escenario global y la principal razón de la reducción de las inversiones y la caída del crecimiento de los flujos turísticos es la pérdida de competitividad y perdemos capacidad para competir porque el turismo no es una política de Estado.

El presidente Danilo Medina cree en el turismo, pero no todos en la orquesta de su gobierno tocan la música con esa partitura.

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