El Malecón luce abandonado
Casas abandonadas, tarantines, edificios que se desploman poco a poco, poniendo en peligro las vidas de los habitantes y los visitantes arrabalizan el Malecón de la capital, de acuerdo con un reportaje del vespertino El Nacional.
El Malecón, uno de los lugares turísticos más emblemáticos de la Capital, se encuentra en franca decadencia.
l deterioro físico de los edificios, los monumentos y las plazas imprimen al lugar un aspecto de arrabal que no invita a visitarlos y conocer los apasionantes acontecimientos históricos que le dieron origen. Los parques lucen abandonados y sucios, sin el esplendor que les imprimen las abundantes y bien cuidadas áreas verdes.
La iluminación es escasa, porque la mayoría de las lámparas del alumbrado eléctrico están dañadas. Los árboles y las palmeras están en muy mal estado, mientras las aguas negras corren por aceras y contenes, en algunas zonas.
Los parques del Malecón pasaron de ser lugares de recreación y sano esparcimiento a ser usados por mendigos, vendedores ambulantes, drogadictos y prostitutas. Aguas negras, heces fecales, orines, basura, escombros, caracterizan el ambiente en la mayoría de las plazas y monumentos del Malecón.
El monumento a Fray Antón de Montesinos, construido en honor a uno de los primeros habitantes del Monasterio e Iglesia de la Orden Dominicana, famoso por su defensa a los indios es una afrenta para las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional y los ministerios de Cultura y Turismo.
Ese monumento, que debe ser frecuentado por estudiantes de todos los niveles académicos y turistas interesados en conocer la historia del país, es usado como depósito de materiales de construcción y, en consecuencia, está lleno de arena, cemento, adoquines, varillas, tubos para el alcantarillado, camiones y otros equipos pesados.
La gigantesca estatua de 150 pies está respaldada por una edificación deteriorada por las filtraciones, el sucio y el agrietamiento de sus paredes y pisos.