Distribución territorio en Higüey genera caos e incertidumbre, asegura estudio
El descontrol en las modalidades de uso y ocupación del suelo en gran parte de la provincia turística de Higüey se ha agravado, debido a que los organismos del Estado encargados de la gestión del territorio actúan por su cuenta, convirtiendo la zona en un caos y provocando que las inversiones inmobiliarias se realicen bajo “completa incertidumbre”.
El planteamiento – refiere un reportaje del matutino Hoy – está contenido en el plan de ordenamiento territorial del polo Juanillo-Punta Cana-Macao elaborado por la firma de arquitectos y urbanistas Cristóbal Valdez, el cual fue encargado por la Asociación de Hoteles y Proyectos Turísticos de la Zona Este y por la Secretaría de Turismo.
En el estudio – indica Hoy – se establece que la falta de un plan de ordenamiento territorial ha ocasionado que negocios de diversa índole e incompatibles entre sí coexistan de manera desorganizada, observándose talleres de mecánica al lado de restaurantes, bancas de juego al lado de viviendas o de sitios de culto religioso.
“Más aún actualmente si alguna persona compra un solar con la finalidad de edificar un cierto tipo de negocio, no puede contar con ninguna garantía de que en el futuro el solar vecino sea destinado para alguna actividad que le resulte perjudicial, por lo que las inversiones inmobiliarias se realizan bajo una completa incertidumbre”.
El informe señala que en las comunidades señaladas se carece de parques, áreas verdes, zonas de amortiguamiento de tráfico vehicular, adecuados espacios para peatones y vehículos pequeños como bicicleta y motocicletas. Tampoco hay recolectores de basura pública.
Se cita también que la falta de un ordenamiento sobre la colocación de carteles y vallas ha generado un caos visual. La publicidad está presente en todos lados y ofreciendo cualquier tipo de servicio y a menudo se usan los árboles para fijar carteles.
El documento asegura que la señalización de carreteras prácticamente no existe en la zona del estudio, donde no hay manera de saber que viene una curva, o si esa curva es fuerte, hasta que se llega a ella. Ni se sabe qué distancia hay que recorrer para llegar a un determinado punto, ni hay ruta señalada para llegar a ellos.
Mientras que servicios importantes como la bomba de gasolina, no están marcadas ni se señala dónde se ubican; y “para llegar por sí mismo a los hoteles, es necesario contar con un mapa, o conocer previamente la ubicación de los sitios, preguntar por muchos lados y disponer de mucho tiempo para poder llegar”.
El tendido aéreo de los cables de electricidad, teléfono y televisión constituye un corte molesto en la panorámica de Juanillo, Punta Cana y Macao, según se indica. Aparte de los cables aéreos, también hay numerosos cables soterrados sin ningún tipo de control ni señalización. También es muy común atravesar cables soterrados de un lado a otro de la calle.
Otro problema citado en el estudio es la proliferación de minas no restauradas en la zona, constituyendo una de las modalidades del uso y ocupación del suelo que afecta las condiciones paisajísticas.