Aún estamos a tiempo
Manuel Quiterio Cedeño
En los últimos dos años el turismo ha tenido resultados pobres. En el 2007 el crecimiento en la llegada de turistas fue 1.6% y en el 2008 un 1.4%. Son tasas pobres comparadas con el 8.2% del 2006 y el largo historial de buenos resultados de los años ochenta y noventa.
¿Terminó la larga época de alto incremento anual? No necesariamente. No si hacemos una buena comunicación y lo necesario para mejorar nuestro producto atendiendo los problemas que afectan las zonas turísticas, resultado de muchos años de descuido, principalmente por la renuncia del Estado a cumplir sus responsabilidades y a invertir en planificación, educación e infraestructuras.
El sector turismo, a pesar de sus dificultades, sigue dando señales de vitalidad, incluyendo el interés de inversionistas en nuevos proyectos. Otra muestra de que todavía estamos a tiempo son las cifras finales del año pasado que comentamos.
El 80% de los turistas que recibimos nos llegan de siete países que son en orden de importancia (datos aproximados del 2008) Estados Unidos (32%), Canadá (18%), Francia (8%), España (7%), Alemania (6%), Inglaterra (6%) e Italia (3%). Con excepción de Canadá, todos son países cuyas economías están severamente afectadas por la crisis financiera mundial.
Ante tal situación, debió ocurrir una caída estrepitosa de la llegada de turistas, sin embargo, no fue así. Si bien los resultados del segundo semestre de año pasado fueron negativos, el comportamiento fue mejor de lo esperado.
En diciembre, el primer mes de la temporada alta, la llegada de turistas disminuyó un 4.7% en comparación con el 2007, pero aún esa tasa negativa es mejor de lo que podía esperarse.
Lo que se ha vaticinado para toda la región del Caribe es una caída en la llegada de turistas superior al 20%., por lo que una cifra igual o cercana a la del año pasado, y aún una caída superior al 5%, será un mal menor o una buena noticia, en medio de la crisis.
En Punta Cana, cuyas cifras sostiene los resultados del país, la llegada de pasajeros hasta ahora es parecida a la del pasado invierno. Los hoteleros no esperan temporada alta con crecimiento, y aseguran que los resultados serán manejables, aunque para el verano tienen muchas interrogantes.
Aún estamos a tiempo, pero los acontecimientos aconsejan no inventar o crear problemas, y en cambio, trabajar sin descanso para mejorar las regiones turísticas y gestionar con inteligencia la promoción, publicidad y relaciones públicas.