Crisis económica golpea a Luperón
La crisis económica golpea con crudeza este municipio, lo que ha obligado a que sectores que antes se oponían a la instalación de una fábrica de cemento en esta zona, ahora solicitan, casi a gritos, “que se permita este proyecto, porque nos estamos cayendo muertos por la falta de fuentes de empleos”.
De acuerdo con un reporte del diario Hoy, la industria turística ha colapsado prácticamente en esta zona, y los que vendieron “sueños, con la construcción de proyectos que sacarían a flote a esta localidad, se marcharon, mientras que otros, a los que se les otorgó licencias con esos fines, carecen de recursos para llevar a cabo esas obras”.
Los hoteles que abrieron sus puertas hace años en esta comunidad están prácticamente vacíos, porque la ocupación que mantienen en los momentos actuales, apenas llegan a un 30 por ciento, mientras que sus gastos de operación van más allá del 50 por ciento, incluyendo pago de energía eléctrica, personal, agua y compromisos de prestamos con la banca nacional.
El empresario Antonio Recarey, quien ha sido un defensor de la instalación de una fábrica de cemento en Luperón, porque entiende que “con este proyecto nos beneficiamos todos”, lamentó que por la tozudez de unos cuantos, que pensaron que los desarrolladores de proyectos turísticos “nos sacarían de esta crisis”, los inversionistas de la cementera se fueran a otros países.
Recarey señaló que el Hotel Luperón Beach Resort sigue prácticamente vacío, y que ahora quienes se opusieron a la instalación de la fábrica de cemento comprenden perfectamente que “no debimos darle la espalda a esos inversionistas”, ya que no tenemos turismo, pero, tampoco inversiones que produzcan fuentes de empleos alternativos en esta comunidad.
Recarey señaló que, debido a la falta de empleos y medios de producción, ha comenzado a incrementarse la delincuencia en esta parte turística de la zona Oeste de la provincia.
Asimismo, indicó que la sequía que azota a esta región ha provocado que ganadores que emplean a grupos de personas hayan ido a la quiebra, lo que ha agravado las dificultades económicas de la comunidad.
Pocos turistas. Recarey dijo que en los centros turísticos de mayor importancia de esta comunidad apenas están hospedados unos cuantos turistas, por lo que “nuestro panorama económico luce sombrío y preocupante”.
Dijo esperar que los empresarios que tenían la idea de instalar una fábrica de cemento en esta localidad retornen con ese proyecto, porque al paso que van las cosas, “aquí habrá que abrir muchas tumbas”.