Asonahores pide no distorsionar información sobre seguridad aérea
La Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES) advirtió que la divulgación de información distorsionada no contribuye a mejorar la administración de la aviación civil y en cambio es perniciosa para la imagen de República Dominicana como destino turístico.
ASONAHORES dijo que la mejor referencia sobre la seguridad y profesionalidad con que se gestiona la aeronavegación en el espacio aéreo dominicano son los resultados de las inspecciones que constan en los informes los organismos internacionales que supervisan esta actividad.
Recordó que República Dominicana “superó con buena muy buena nota” la reciente inspección de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), “que es una entidad neutral con suficiente credibilidad en relación con los grupos locales que pueden tener motivaciones particulares, que no necesariamente reflejan el interés colectivo y promueven la solución de los problemas que afectan al país”.
Para ASONAHORES las autoridades del IDAC, aunque siempre tendrán temas pendientes, han dado pasos altamente significativos que no solo han permitido sacar al país de la categoría 3, sino que también ha recibido importantes reconocimientos y elogios de los organismos internacionales que rigen la actividad tales como la OACI, por lo que nadie puede negar los notables avances logrados en los últimos años y los cambios positivos logrados por la actual gestión.
“Las denuncias sensacionalistas no conducen a nada en temas tan delicados y complejos como la aeronavegación en el espacio aéreo, un tema vital para la seguridad económica ya que puede dañar el turismo que depende del transporte aéreo”, señala la organización.
Además de ASONAHORES, la compañía Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (AERODOM) y la Asociación Dominicana de Controladores de Tránsito Aéreo han defendido el trabajo realizado por el Instituto Dominicano de Aviación Civil ante las acusaciones vertidas por la Asociación Nacional de Pilotos en el sentido de que las deficiencias de aeronavegabilidad en el país pueden provocar una catástrofe aérea.