La crisis vence a los casinos Trump
El consejo de administración de Trump Entertainment Resorts, al frente del cual se sentaba el magnate Donald Trump, ha presentado suspensión de pagos para los casinos que gestiona en Atlantic City (Nueva Jersey).
El antepasado viernes el magnate estadounidense se despedía del consejo de administración de Trump Entertainment Resorts, al frente del cual había estado durante los últimos cuatro años. La salida de Trump se produjo después de su intento fallido por adquirir el grupo.
El rechazo de la cúpula directiva de la empresa a la oferta presentada por el empresario también fue el detonante que provocó la salida de su hija, Ivana Trump, que también comunicó hace días su salida de la compañía.
Por tercera vez en su historia Trump Entertainment Resorts se acoge a la protección del capítulo 11 de la ley estadounidense que regula las bancarrotas en el país. Según los datos facilitados por la compañía, a finales de 2008 la deuda del grupo ascendía a 1.740 millones de dólares (1.362,3 millones de euros), mientras que los activos estaban valorados en 2.100 millones.
Los intereses que tenía que pagar Trump Entertainment Resorts generados por su deuda ascendían a 53 millones de dólares. El plazo para abonar esta cantidad finalizó el martes. Tras no poder hacer frente al pago, la empresa, según consta en el comunicado remitido por el grupo, pretende reestructurar su capital y su deuda, mientras que los tres casinos afectados por la bancarrota seguirán operando con normalidad.
Trump Entertainment tiene varios casinos en Atlantic City, el equivalente a Las Vegas en la costa este del país. Tres de ellos ya han pasado por la bancarrota en ocasiones anteriores. El magnate del sector inmobiliario controla cerca del 28 por ciento de la compañía, según los datos más recientes remitidos a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), aunque esa inversión apenas supone un 1 por ciento de su fortuna. En la bolsa de Nueva York, las acciones de Trump Entertainment caían un 30 por ciento y se negociaban a tan sólo 16 centavos hacia la media sesión de hoy. En el último año las acciones de la empresa han caído un 96,4 por ciento y su precio queda ya muy lejos de los más de 22 dólares a los que llegaron a negociarse en mayo de 2006, un año después de salir de la bancarrota.