Brewster llama a empresarios y líderes a contribuir con el país
El embajador de Estados Unidos en el país, James W. Brewster, llamó al empresariado y líderes sociales del país a formar parte del cambio que necesita la República Dominicana para tener mejores resultados en las áreas de electricidad, educación, seguridad ciudadana, integración social y de competitividad.
Durante su discurso, al participar como orador principal en el almuerzo de la Cámara Americana de Comercio, Brewster destacó como logros de su primer año de gestión al frente de la Embajada, que muchas asociaciones empresariales han prestado sus voces y recursos para resolver algunos temas en el área de educación.
“Sin embargo, los dueños de empresas y los prominentes miembros de la sociedad tienen una obligación de elevar su voz, de reunirse con sus representantes en el Congreso, demandar reformas y contribuir a ser parte de la solución”, dijo.
Consideró que ya se acabó el tiempo de permanecer al margen y esperar que las cosas cambien, por lo que cree que se debe exigir y contribuir más al gobierno.
También, durante su participación, el presidente de la AmchamDR, Máximo Vidal, demandó la aprobación del proyecto de Ley de Reestructuración Mercantil, el cual, según entiende, constituirá un paso histórico para el clima de negocio en República Dominicana.
“Una moderna ley de bancarrota provee a las empresas con problemas temporales de liquidez la oportunidad de reestructurar sus deudas con los acreedores y recuperarse”, explicó dirigente empresarial.
Además, Vidal manifestó que una ley de bancarrota ayudará a reducir la percepción de riesgo que siempre analizan los inversionistas a la hora de tomar decisiones de inversión.
Consideró que la aprobación de esta ley le sumaría al país en el informe del Doing Business del Banco Mundial, por lo que entiende que en un próximo estudio la posición de República Dominicana debería cambiar notablemente.
En su participación, el diplomático estadounidense también calificó la corrupción como una de las partes más dañinas del panorama económico en muchas partes del mundo, incluyendo la República Dominicana.
Dijo que la corrupción funciona como un impuesto adicional, haciéndole daño, tanto a los ciudadanos como a las empresas, degradando el clima de inversión y sofocando el crecimiento económico.
“Es importante adoptar una política de no tolerancia ante la corrupción en el sector público y privado”, dijo Brewster.