Unesco reconoce a Cocolos y Congos
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, posa durante una ceremonia en la que la funcionaria entregó los certificados.SD. La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, entregó ayer los certificados de inscripción como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad a los Congos de Villa Mella y al grupo folclórico Cocolo, dos manifestaciones culturales de la República Dominicana.
Al entregar el reconocimiento, Bokova destacó el “importante” valor que representa para la Humanidad el Espacio Cultural de la Cofradía de los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella y del teatro bailado Cocolo de San Pedro de Macorís, declarados Patrimonio Oral e Intangible por la Unesco.
La funcionaria, quien llegó a RD procedente de Haití, subrayó la importancia que representa para los pueblos “en un mundo tan globalizado” el patrimonio inmaterial e intangible.
“Es importante dar a todo el mundo el cimiento de seguridad y confianza en su historia, en la búsqueda de sus raíces (..)”, afirmó Bokova, quien se entrevistará hoy con el presidente dominicano, Leonel Fernández, como parte de su visita al país.
Para la directora general de la Unesco la nación caribeña “es un buen ejemplo de cómo se debe proteger lo que es más caro para las comunidades”.
La ceremonia de entrega de los certificados de inscripción como patrimonio cultural intangible de la Humanidad a los Congos de Villa Mella y al grupo folclórico Los Guloyas concluyó con una actuación de estos últimos, a la que se unió Bokova.
Las autoridades culturales dominicanas pidieron el año pasado asesoría a la Unesco para preservar a los citados grupos culturales.
La Cofradía del Espíritu Santo de los Congos de Villa Mella es considera “significativa” muestra del valor de las costumbres y tradiciones que los esclavos africanos llevaron al Nuevo Mundo y en especial a la isla de Santo Domingo.
Mientras, el baile del Cocolo, que se danza en Navidad, en Carnaval y en las fiestas de san Pedro de Macorís (este dominicano) es una tradición desarrollada entre los inmigrantes anglófonos que llegaron a mediados del siglo XIX a la República Dominicana procedentes de otras islas del Caribe.