Sobre la competitividad turística
Manuel Quiterio Cedeño
Esta semana circuló la información de la existencia y reunión de una comisión de turismo del Consejo Nacional de Competitividad, organismo que preside el Presidente Danilo Medina.
Aprovecho esta buena noticia para recordar que desde el 2009, cada dos años, el Foro Económico Mundial (WEF), involucra a líderes del turismo en todo el mundo para realizar un detallado análisis de la competitividad de este sector en más de 100 países, incluyendo el nuestro. Este “Índice de Competitividad de Viajes y Turismo” mide los factores y políticas que posibilitan el desarrollo sostenible del sector, y contribuye al desarrollo y la competitividad del país.
El WEF afirma que su estudio estimula a las partes interesadas a trabajar juntas para mejorar la competitividad del turismo, y contribuye a lograr “un futuro más sostenible e inclusivo” y al crecimiento “sostenido de la industria en un entorno de seguridad”, preservando el entorno natural y las comunidades locales.
La edición, 2017, encontró que España es más competitivo, con una puntuación de 5.46 sobre 7; seguido por Francia (5.32), Alemania (5.28), Japón (5.26) y el Reino Unido (5.20). En América Latina y el Caribe, la lista la encabeza México con 4.5 puntos de 7, y posición 22 del ranking mundial. Le siguen Brasil con 4.5, puesto 27; Panamá 4.4, puesto 35; Costa Rica 4.1 puesto 38 y Chile 4.1, puesto 48.
Se incluyen 20 países de América Latina y el Caribe. Nuestro nivel de competitividad es bajo, con 3.6 puntos de 7, y ocupamos la posición 13 en la región y la 76 en el ranking mundial, lejos de los líderes regionales, y por debajo de Argentina, Guatemala, Jamaica, Colombia y otros.
Un análisis del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles del reporte del 2017 destaca que con respecto a la versión del 2015, República Dominicana mejoró ligeramente su posición al pasar de 3.5 a 3.6 y “parecería que el país mejoró 5 posiciones dentro del índice, al pasar del 81° lugar en 2015 al 76° en 2017”, pero esto se “debió a la exclusión de 5 países de los cálculos”, porque el 2015 incluyó 141 países, y el 2017 sólo 36.
El índice analiza: ambiente de negocios; seguridad y protección; salud e higiene; infraestructura de la tecnología de la información y comunicaciones; recursos humanos y mercado laboral; priorización del turismo; apertura internacional; competitividad de los precios en la industria turística; sostenibilidad ambiental; infraestructura de transporte aéreo; infraestructura terrestre; infraestructura turística; recursos naturales, y recursos culturales.
Montados en el discurso de éxito y los indicadores cuantitativos (llegadas de turistas, ingresos por turismo y crecimiento de la oferta habitacional), podríamos cuestionar la evaluación del Foro Económico; considero, sin embargo, que la tarea de la comisión de turismo del Consejo Nacional de Competitividad es considerar y analizar seriamente este estudio, considerando la reputación de la entidad que lo firma.
Es posible que detrás de la valoración cuantitativa se escondan aspectos de calidad que se constituyen en una seria amenaza a mediano y largo plazo, que debemos eliminar para mantener la salud del sector. Por ejemplo, en priorización del turismo ocupamos el puesto mundial 7 de 133 (5.8 puntos); pero en clima de negocios el 100, y en el costo del crimen y la violencia el 120, y en confiabilidad de la policía el 131.