Por cada nueva habitación en hotel abrieron 19 para el alquiler turístico en viviendas y edificios en 2018-2024
Por cada habitación disponible en hoteles incluidos en las estadísticas de turismo del Banco Central, operan 1.29 habitaciones en viviendas y apartamentos para alquiler turístico, indican las cifras ofrecidas por el Ministerio de Turismo (MITUR).
Las cifras del Banco Central cortadas a marzo del año en curso indican que la oferta de habitaciones hoteleras suma 88,341; y el reporte mensual de MITUR para el mismo mes reconoce la existencia de 122,205 habitaciones dedicadas para alquilar a turistas en 50,038 propiedades.
En el período 2018-2024 (marzo) el Banco Central muestra un crecimiento de 4,285 habitaciones hoteleras al pasar de 84,056 en el 2018 a 88,341 en el 2024. El crecimiento promedio anual fue 5.1.
En ese mismo tiempo el “Alojamiento de Corta Estancia”, como identifica MITUR a las viviendas y apartamentos de alquiler para turistas, pasó de 37,883 habitaciones a 122, 505, un incremento de 84,622 habitaciones, una cantidad que supera ligeramente las habitaciones en hoteles.
El incremento en hoteles en el período considerado fue de 4,285 habitaciones, en alquiler vacacional 84,622, un 223%. Esto indica que en los años 2018-2024 (a marzo) por cada habitación nueva de hotel se habilitaron y construyeron 19.75 habitaciones en edificios o viviendas.
Aunque al parecer la expansión de este negocio no regulado está afectando la productividad de hace 6 años porque la ocupación que reporta MITUR para esta oferta en el período enero-abril 2024 es de un 34% y la de hoteles un 80%.
En este período la ocupación en hoteles en Punta Cana fue de 85% contra 44% en alquiler vacacional en la provincia La Altagracia. En Puerto Plata 79% contra 36%; en Samaná 70% contra 45%; en Santiago 57% contra 22% y en el Gran Santo Domingo 57% contra 27%.
Personas vinculadas al negocio del alquiler vacacional cuestionados sobre estos resultados, indican que es el reflejo de una sobre oferta que “está dañando” el mercado, porque obliga a reducir precios y la calidad del alojamiento; y explican que la situación empeorará porque el éxito económico inicial de esta oferta ha provocado un alud, que incluye la construcción de edificios de apartamentos cuyo objetivo es colocarlos en el mercado de alquiler turístico.
Explicaron que el alquiler vacacional de villas y viviendas en áreas turísticas no es nuevo y ya existía en los años 80 en la Costa Norte y Samaná, en La Romana y en los 90 comenzó a expandirse en Punta Cana. Pero, “era un negocios diminuto y muy productivo porque la oferta era reducida y de calidad, pero ahora lo que estamos viendo en un desbordamiento”.
Hoteleros consultados, expresan el temor de que la falta de regulación y supervisión más que un daño a la hotelería, representa un gran riesgo para el país. Citan la experiencia del año 2018 con la divulgación de temas negativos sobre casos ocurridos en hoteles, que provocó 22 millones de comentarios negativos en Estados Unidos, el principal mercado y una notable caída de las llegadas de turistas.
