Los tres temas principales de Danilo Medina: Barrick (17%), electricidad (14%) y educación (11%)
Por Manuel Quiterio Cedeño
Es interesante analizar el impactante discurso del Presidente Danilo Medina ante la Asamblea Nacional para determinar la importancia que prestó a cada uno de los grandes bloques temáticos abordados y así conocer cuáles son los asuntos que han estado dominando su agenda, si no en todo este primer período de seis meses, por lo menos en las últimas semanas. Un análisis de contenido cuantitativo encontró lo siguiente: descontando los saludos protocolares iniciales su charla tuvo 10,781 palabras, de las cuales dedicó 10,513 (97.5%) a los principales asuntos que abordó ante los legisladores y el país. Sus tres principales temas fueron el contrato de la Barrick Gold con 1,510 palabras (17.9%), la problemática del sector eléctrico con 1195 (14.0%) y la educación con 1195(11.1%).
Los demás asuntos –en orden de importancia- fueron los siguientes: contexto macroeconómico 735 palabras (6.8%), construcción y relacionados 648 (6.0%), motivación y llamado final 625 (5.8%), pequeña y mediana empresa 624 (5.8%), salud 617 (5.7%), introducción inicial de la charla 338 (3.1%), explicación de sus visitas de fines de semana 304 (2.8%), programas para la infancia 277 (2.6%), seguridad ciudadana 234 (2.2%), turismo 228 (2.1%), orientación de las políticas públicas 151 (1.4%) y medioambiente 114 (1.1%).
El gran tema, inesperado y manejado para mostrar determinación, fue el contrato de la Barrick Gold.
El presidente Medina, mostró una coraje político poco usual en nuestros 169 años de vida independiente, que más bien se caracterizan por la genuflexión de los políticos ante el altar de los poderes fácticos, las empresas transnacionales y las grandes potencias económicas y militares. La Barrick se equivocó en calibrar el temple de Medina, y la presión política y social a que está sometido un presidente de la República que asume el poder con un grave deterioro de las finanzas públicas , y se ve obligado a un aumento de las cargas impositivas, al mismo tiempo que se origina un creciente clamor público para que el país reciba beneficios justos de una mina de oro que producirá ganancias extraordinaria a la empresa que la explota.
En ese escenario, la inflexibilidad de la Barrick en las docenas de reuniones que tuvieron lugar desde agosto del 2012 a la fecha, se convirtió en una imprudente provocación propia de la época en que las potencias occidentales enviaban sus barcos de guerra a proteger los intereses de sus empresas.
Los estrategas de la empresa cometieron el grave error de no captar el cambio de escenario, y enfrentaban a un popular presidente y no los reclamos de ecologistas, o de políticos, funcionarios y líderes provinciales , una parte importante de los cuales calmaron con dádivas y programas de “responsabilidad social”.