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La Vega espera a más de un millón de turistas

Agencias de viajes y touroperadores han comenzado a movilizar miles de turistas locales y extranjeros a la provincia de La Vega.

El matutino Hoy reporta que como cada año, La Vega espera más de un millón trescientos mil turistas en febrero, sobre todo dominicanos, que se deleitarán de las ocurrencias de los diablos cojuelos y los más de dos mil hombres y mujeres que se lanzarán a las calles con sus vistosos trajes y todo el colorido de las caretas veganas, convirtiendo a la Ciudad Olímpica en un excelente festival de colores, que permite el encuentro de dominicanos y extranjeros.

Cada domingo del presente mes esta provincia se viste de carnaval, actividad que mueve millones de pesos, desde la confección y fabricación de los trajes y máscaras, hasta el movimiento de personas que llegan por las agencias de turismo interno.
A esto se suman los negocios formales e informales que se instalan en el mes de febrero, los cuales generan cientos de empleos indirectos.

Para Alexis Pérez, directivo del Comité del Carnaval Vegano, (Cocave), el carnaval vegano no se pude disfrutar sin antes conocer sus orígenes, y ver cómo los artesanos, personalidades y miembros de diversos grupos elaboran cada uno de los trajes con que van a desfilar.

También se puede recorrer un poco su historia en el Museo Sacro, en el área del Carnaval Antiguo, en los talleres de careteros y de sastres, averiguar el proceso de regulación de vejigas así como visitar las populares cuevas del carnaval.

El viejo carnaval. Pese a que para muchos esta tradición se ha vuelto más comercial que cultural, pocos saben que la primera manifestación de carnaval en la isla ocurrió en lo que es hoy Las Ruinas de La Vega Vieja, en febrero de 1520, en ocasión de una visita de fray Bartolomé de las Casas.

De acuerdo a informaciones ofrecidas, se tenían noticias de que los habitantes de La Vega Vieja se disfrazaban de moros y cristianos, y realizaban festejos que han evolucionado en las celebraciones actuales.

Contrario a estos tiempos, el carnaval vegano mantuvo una expresión predominantemente españolizada, simbolizada en una expresiva teatralización, el baile de las cintas y sus diablos cojuelos con trajes simples de colores rojo, amarillo, verde.

Asimismo, sus máscaras representaban diablos medievales, andromorfos, mefistofélicos, con sus dos cachitos frontales clásicos, orejas grandes, boca abierta y dientes al aire, la cual fue posteriormente criollizada con barbas de cuero de chivo.

La popularidad comercial que tiene ha hecho que ese matiz histórico cambie, y hoy los trajes y máscaras son más elaborados y sobre todo contienen detalles que iimplican grandes inversiones por parte de sus organizadores.

 

 

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