La provincia Puerto Plata tiene una banca de apuesta por cada 250 habitantes y una por cada 3 viviendas
Esta semana se publicó un estudio de la Cámara de Comercio y Producción de Puerto Plata que revela que en esta provincia existen 1242 bancas de apuestas, cantidad que supera, en una región turística, la suma de los bares, alojamientos, tiendas de artesanía y talleres de reparación de vehículos de motor.
Sin dudas que es una cantidad alarmante de negocios dedicados a las apuestas en juegos de azar y actividades deportivas locales e interncionales. Pero no es sorprendente si aquí las autoridades hablan de la existencia de más de 30 mil bancas de apuesta ilegale que se suman a otras 30 mil que si están registradas y pagan impuestos.
Para tener una mejor idea de lo que esto significa, consideremos las siguientes cifras: la provincia Puerto Plata tiene una banca por cada 259 habitantes; tiene 1 bancas de apuestas por cada 3 vivienda que son 116 mil; tiene una banca de apuesta por cada 82 personas con empleo que son 101 mil personas; tiene una banca por cada 95 personas con edad de 10 a 29 años, y tiene una banca de apuesta para cada 178 personas mayores de 18 años.
También tiene una banca de apuesta por cada 46 persona afilada al seguro de salud familiar de la seguridad social, y la provincia ocupa un área de 1820 kilómetros cuadrados, lo que significa tener 1.5 bancas por cada kilómetro cuadrado. Estos cálculos están basados las 1242 bancas de apuestas reportadas por la Cámara de Comercio, y en el perfil estadístico de la provincia Puerto Plata publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en el volúmen dedicado a las Regiones Cibao Norte-Noroeste, puesto en circulación en julio del 2015.
En general se trata de cifras que corresponden, según las diferentes fuentes a los años comprendidos en el período 2010-2013. Pero esta comparación presenta un panorama que debe escandalizarnos aún se pudieran reportar algunos cambios aplicando cifras que correspondan a los años 2014-2015.
Como con frecuencia recorro diferentes regiones y ciudades del país tento la impresión de que esta realidad detectada en todo el territorio correspondiente a la provincia Puerto Plata, se reproduce en aquí y allá. Sigo creyendo que fue correcta la decisión de legalizar y sacar a la superficie la diversidad de juegos de azar, porque esto permitía controlarlos, supervisarlos y asegurar que aportaran ingresos al fisco.
Era necesario para evitar que las apuestas de caraquitas y de otra naturaleza, sirvieran para esquilmar a miles de personas.
Pero el negocio del juego de azar se ha salido del cauce. Ahora los banqueros, con sus fabulosas fortunas en buena parte producto de la ilegalidad, son políticos y congresistas. Gente de poder, pero a los cuales sólo el poder del Estado puede detener.
Manuel Quiterio Cedeño