La muerte de Chávez deja inconclusa el esperado impulso al turismo
La muerte del presidente venezolano, Hugo Chávez, deja inconclusa un proyecto turístico que, de acuerdo a reportes de la prensa internacional, no ha podido aprovechar, por ejemplo, las grandes extensiones de playa que posee.
Por ejemplo, declaraciones del ministro de turismo venezolano durante Fitur 2011, ofrecidas al diario El País, indican tal señalamiento.
En aquel momento, el turismo representaba el 4% del PIB de Venezuela. Según el ministro Alejandro Fleming, el dato ha mejorado desde el 1% hace una década.
Venezuela recibió “más de 500.000” visitantes en el año 2010 y el objetivo del Gobierno para 2011 era acercarse a un millón.
Los turistas extranjeros proceden principalmente de Europa, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, el Ministerio de Turismo se proponía abrir tres mercados a partir de este año: Rusia, China y Siria.
“Tenemos una alianza político estratégica con China y un acuerdo de cooperación con Rusia”. Estos dos países, dice Fleming, “van a ser los principales emisores de turistas” en un futuro cercano.
En cuanto a Siria, la aerolínea de bandera venezolana, Conviasa (Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos), ha comenzado hace un mes a operar semanalmente entre Caracas y Madrid, en una ruta que llega hasta Damasco. “Hay una importante comunidad de sirios en Venezuela”, explicaba Fleming.
En general, la nueva ruta aérea (operativa desde el pasado septiembre) era el mensaje más importante que el ministro trajo a la feria de negocios de Madrid, y que de paso justificaba la austera temática de su expositor.
El diario ElPaís indicaba entonces que en Fitur, ningún visitante encontró a mano información sobre la mejor época para viajar a Venezuela, o si es fácil viajar con niños, o fotos de Isla Margarita, los 3.000 kilómetros de costa del Caribe, el Archipiélago de Los Roques o maravillas naturales como el Salto del Ángel, la cascada más alta del mundo que cae desde un cortado característico de la orografía de Venezuela y que ha inspirado los paisajes de películas como Up o Avatar, a no ser que se lo relatara el propio ministro.
Venezuela pretende convertir el Salto del Ángel en una especie de logo de marca, al estilo de lo que la montaña Pan de Azúcar es para Rio de Janeiro.
Venezuela se encontraba, según Fleming, ante un reto importante a la hora de promocionarse. “Hay condicionantes importantísimos que han generado problemas. Hablo de la cuestión de la seguridad”. Fleming parece ser consciente de una supuesta imagen internacional de inseguridad de su país. “Es producto de una matriz mediática internacional contra el Gobierno de Venezuela”, asegura. “Una estrategia de aislamiento desde los grandes centros de poder mediático”.