Invasión rusa desploma las bolsas europeas; extensión del conflicto dañará el turismo y economía de RD
El primer efecto económico de la invasión a Ucrania iniciada por el ejército de Rusia en el inicio del 24 de febrero en el horario de República Dominicana, ha sido el “desplome” de las bolsas en Europa, impacto que se proyectará en amplios segmentos de la economía mundial y un notable aumento del precio del petróleo.
El reflejo económico del ataque del ejército de ruso puede derivar en un golpe a la recuperación del turismo y de la economía dominicana, por las conexiones de esta actividad con casi todos los demás sectores de la economía. El turismo europeo, incluyendo a Rusia y Ucrania, representa cerca del 30% del total de las llegadas de visitantes.
Además, la amplitud de las conexiones aéreas con vuelos directos a las principales capitales y ciudades del viejo continente, principalmente desde Punta Cana, han creado nuevos mercados para productos de origen agropecuarios y bienes manufacturados, que se perderán si no se logran acuerdos diplomáticos para detener la agresión de Rusia.
Un reporte y análisis de Lluís Pellicer, jefe de sección de Economía del reputado diario EL PAÍS, explica que el ataque ordenado por Rusia “se ha traducido en pérdidas masivas en los principales mercados de valores europeos, que han abierto con caídas de más del 4%, mientras que el precio del petróleo se ha disparado”; y ha provocado “el hundimiento inmediato de los mercados rusos. Las Bolsas de Moscú y San Petersburgo se vieron obligadas a paralizar sus operaciones después de que sus principales índices se desplomaran por encima del 30%.”
Los ataques de Rusia en Ucrania han provocado el desplome de las Bolsas europeas. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha cruzado con su ofensiva un límite al que los analistas no creían que llegara y cada paso que da ahora significa un acercamiento a los peores escenarios previstos. Eso se ha traducido en pérdidas masivas en los principales mercados de valores europeos, que han abierto con caídas de más del 4%, mientras que el precio del petróleo se ha disparado y el barril de Brent supera ya la barrera de los 100 dólares. El Ibex ha abierto con pérdidas del 4,22%, una de las mayores caídas desde el inicio de la pandemia, situándose en los 8.077 puntos, de nuevo en mínimos este año.
El reporte de El País indica que “los principales parqués de Europa abrieron con ventas masivas de los inversores. Fráncfort perdía un 4,9%; Milán, un 4,3%; París, un 4%, y Londres, un 2,7%. El Euro Stoxx 50 también arrancaba con números rojos superiores al 3,5%. El Ibex retrocedía hasta cerca de los 8.000 puntos”.
Pero destaca que la caída “dista mucho del 14,06% del 12 de marzo de 2020, cuando los mercados entraron en pánico por la pandemia y los confinamientos masivos que se iban decretando en medio mundo. Aun así, las tensiones desatadas por Putin con las principales potencias occidentales, entre ellas EE UU y la UE, ha dado la estocada a unos mercados que llevaban semanas adentrándose en terreno negativo”.
Cita la opinión Leonardo Pellandini, analista de Julius Baer, quien afirma que La renta variable de las economías emergentes “podría caer hasta un 10% a corto plazo, a menos de que pueda compensarse con una respuesta política de mediación, principalmente debido a la confianza de los inversores y las perspectivas de crecimiento”. El análisis sigue con el recuento siguiente:
Antes, de madrugada, las Bolsas asiáticas ya habían cerrado con números rojos. Tokio acabó con una caída del 1,81% de su principal índice, el Nikkei, después de que las pérdidas llegaran a estar por encima del 2%. Wall Street había cerrado ya la jornada del miércoles con fuertes pérdidas. El Dow Jones había cedido un 1,38%, mientras que el Nasdaq lo había hecho un 2,57%. Y pintan bastos para el jueves. Los futuros señalan la huida de los inversores de los valores de renta variable con caídas en los principales índices que rozan el 3%.
Los inversores repiten el patrón que siguen durante las grandes crisis y acuden en masa a activos que consideran mucho más seguros. El oro, el principal valor refugio, subía un 1,79% y llegaba a su mayor nivel del último año, mientras que la plata lo hacía un 2,35%. El rendimiento del bono alemán a 10 años se hundía hasta el 0,163%, pero los inversores también acudían a la deuda francesa, italiana o española, que en las últimas semanas se ha visto muy presionada por las especulaciones de los mercados sobre los próximos pasos del Banco Central Europeo y la Reserva Federal para frenar la inflación.
El nerviosismo hace días que se ha instalado en los mercados, que han ido dando bandazos del verde al rojo, pero con una tendencia a ir bajando. Los analistas no ven el final del túnel porque tampoco saben hasta dónde puede llegar Putin. “Las malas noticias son una cosa. Las malas noticias con un desenlace prácticamente desconocido son otra muy distinta”, afirmó a Bloomberg Kyle Rodda, analista de IG Markets. Mientras los parqués se tenían de rojo, los precios de la energía siguen escalando por lo impredecible que resulta Rusia, uno de los principales productores mundiales. Eso mete más presión a la inflación. Los precios del petróleo se han disparado y el barril de Brent, de referencia en Estados Unidos, rebasaba los 100 dólares.
También los mercados de criptomonedas están hundiéndose. El bitcoin retrocedía a mediodía casi un 10%; el Ethereum lo hacía casi un 14% y el Cardano, un 19%. Desde el mes de noviembre, el mercado de criptoactivos prácticamente ha perdido la mitad de su valor total.