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11 Apr, 2025
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Gobierno promoverá aumento salarial del 30% en turismo para atraer la mano de obra dominicana

El presidente de la República, Luis Abinader, anunció que impulsará en la discusión salarial tripartita un aumento salarial de un 30% en el sector turístico, para hacer más atractivo para los dominicanos el empleo en esta actividad y reducir la dependencia mano de obra extranjera y atraer a los dominicanos.

El mandatario habló ayer domingo en un mensaje dirigido a la nación, en el que expuso que l a “preocupación por la pérdida de empleos para nuestros ciudadanos que genera la migración irregular no puede ser ignorada ni minimizada”.

Informó las 15 “ firmes, claras, para algunos dolorosos, pero necesarios”, con las que se busca garantizar la paz, la seguridad medidas y la soberanía nacional, actuando contra la presencia de emigrantes ilegales del vecino país Haití con el que República Dominicana comparte el territorio de la isla La Hispaniola.

La treceava medida es impulsar en la discusión salarial tripartita, la dominicanización del empleo promoviendo el aumento del 30 % en el sector turístico para reducir la dependencia de la mano de obra extranjera y darle mayor impulso al empleo de dominicanos. También se promueve el aumento de un 25% en las zonas francas del país. ”Porque cuando el trabajo se valora y se paga bien atrae a la gente”.

Texto del discurso del Presidente Abinader anunciando medidas que adopta el gobierno en el tema migratorio

El presidente de la República Luis Abinader, dijo ayer que comparte la preocupación de los dominicanos por lo que sucede en Haití, que “atraviesa la hora más oscura de su historia, por múltiples crisis”, ninguna de las cuales “la la causamos nosotros, pero todas tienen consecuencias que sí nos afectan”.

“Una crisis de seguridad -explicó- por las bandas criminales que controlan su territorio; una crisis medioambiental, por la deforestación y la falta de agua; una crisis económica, por la falta de medios de producción; una crisis política, por la ausencia de institucionalidad democrática; y la peor de las crisis, la crisis de abandono, causada por la actitud irresponsable de la comunidad internacional que ha dejado a Haití librada a su propia suerte”.

Querido pueblo dominicano,

Nos ha tocado vivir tiempos que ponen a prueba nuestro carácter. En estos casi cinco años nos hemos enfrentado a todo tipo de desafíos; pero actuando con responsabilidad   hemos sabido estar a la altura en cada momento.

Reconozco que muchos están preocupados por la amenaza que representa a Haití. Preocupados por la migración irregular que provoca. Preocupados por la carga que esto representa para nuestros hospitales, nuestras escuelas, los riesgos para nuestra seguridad y el peso sobre nuestra economía.

Yo también comparto tu preocupación.

Porque sabemos lo que sucede más allá de nuestra frontera. Sabemos que Haití atraviesa la hora más oscura de su historia, por múltiples crisis.   Una crisis de seguridad, por las bandas criminales que controlan su territorio; una crisis medioambiental, por la deforestación y la falta de agua; una crisis económica, por la falta de medios de producción; una crisis política, por la ausencia de institucionalidad democrática; y la peor de las crisis, la crisis de abandono, causada por la actitud irresponsable de la comunidad internacional que ha dejado a Haití librada a su propia suerte. Ninguna de esas crisis la causamos nosotros, pero todas tienen consecuencias que sí nos afectan.

Durante demasiado tiempo, las advertencias fueron ignoradas. La frontera se mantiene vulnerable. Las leyes no se hicieron cumplir. Se permitió que el problema creciera sin respuestas, sin soluciones, sin liderazgo.

Eso terminó conmigo. Porque liderar es asumir el costo de hacer lo correcto cuando es más fácil mirar hacia otro lado.

¡Ningún gobierno había accionado con la responsabilidad firme con la que estamos actuando hoy!

Nuestra frontera está más vigilada que nunca, porque mantenemos a millas de soldados en vigilancia permanente; porque estamos construyendo el muro que muchos otros ni siquiera se atrevieron a prometer; porque mantenemos operativos continuos para repatriar a millas de indocumentados y levantamos nuestra voz en todos los foros internacionales para exigirle acción a la comunidad internacional. Nunca accedí a la presión de detener las deportaciones   de parte de organismos internacionales y gobiernos. Fui el único presidente que no firmó el tratado migratorio presentado en la cumbre de las Américas del 2022. Aumentamos en un 30% el número de militares en la frontera y le triplicamos el salario. Compramos blindados, vehículos y equipamientos como no se realizaba en décadas.   Nuestra nación está actuando con más responsabilidad que nunca ante un problema que parece de imposible solución. Una tormenta perfecta en una isla compartida por el país más pobre del hemisferio occidental con su gobierno colapsado; y nosotros, el país de mayor crecimiento económico en las Américas.

Pero ante esa tormenta, la República Dominicana no se rendirá ni se arrodillará.

Hoy nos convoca un deber ineludible, un desafío que no elegimos, pero que debemos enfrentar con valentía y con determinación: el desafío de un desplazamiento migratorio irregular   de un pueblo que tiene sus calles tomadas por la violencia, abandonado a la desesperanza, donde el orden ha sucumbido frente al caos.

No podemos ignorarlo. No podemos fingir que no nos afecta. Pero tampoco podemos permitir que el desorden y la inseguridad traspasen nuestras fronteras.

Nuestra nación tiene derecho a su paz. Nuestra gente tiene derecho a su seguridad. Nuestra soberanía no es negociable.

Por eso, hoy anuncio un conjunto de 15 medidas firmes, claras, para algunas dolorosas, pero necesarias para proteger nuestro país y garantizar el respeto a nuestras leyes.

A partir de este momento, (1) se ampliará la capacidad de supervisión de las tres brigadas fronterizas actuales en seis áreas operativas bajo la supervisión, cada una, de un oficial superior; Además, ( 2) reforzaremos la vigilancia fronteriza con mil quinientos soldados adicionales que se suman a los nueve mil quinientos que ya prestan servicio en la frontera. Esto enviará un mensaje claro e innegociable: Las bandas criminales haitianas no encontrarán refugio en nuestra tierra. La violencia que destruye a Haití no cruzará a la República Dominicana.

Aceleraremos la construcción del muro fronterizo: (3) El Ministro de Defensa tiene la instrucción de iniciar inmediatamente la licitación para construir 13km adicionales a los 54km de muro ya construidos. Así fortaleceremos nuestra capacidad de respuesta ante cualquier amenaza que intente cruzar a nuestra tierra.

Quien facilite el tráfico irregular de personas, deberá afrontar las consecuencias. Y queremos que estas consecuencias sean las más drásticas. Por eso, hemos incluido en el anteproyecto de reforma del Código Laboral que se discute en el Congreso mecanismos de supervisión y de sanciones que harán más costosos para los trabajos incumplir con la ley; (4) Además, estaremos depositando la próxima semana en el Congreso Nacional un anteproyecto de reforma del marco legal migratorio existente, que debe ser conocido con carácter de urgencia, para el endurecimiento de las sanciones en los siguientes casos: funcionarios gubernamentales, civiles y militares, que faciliten o participen en el ingreso de inmigrantes indocumentados; ya organizaciones o individuos reincidentes en el tráfico de personas en condición de ilegalidad; Además, propondremos establecer sanciones duras para casos no previstos en la legislación actual, tal como: propietarios de viviendas o locales comerciales que alquilen sus inmuebles a personas con estatus migratorio irregular. 

Como saben, desde hace casi dos años, no emitimos visas desde nuestros consulados en Haití, porque están cerrados desde el 2023. El problema es la entrada irregular, por eso tenemos que ser firmes, recomendamos a aquellos que se encuentren en nuestro territorio en condición irregular deberán marcharse voluntariamente o serán buscados y repatriados. Con este fin, (5) estamos incorporando setecientos cincuenta nuevos agentes migratorios   y (6) continuaremos con la instalación de oficinas de control migratorio en todas las provincias, para ampliar la capacidad operativa de la Dirección General de Migración.

Sabemos que para muchos la frontera es una oportunidad para el comercio. La apertura de los mercados binacionales ha sido, por años, un puente para el comercio; pero también ha permitido que algunos crucen no para intercambiar bienes, sino con la intención de quedarse en nuestro territorio al margen de la ley. Es hora de fortalecer las reglas que rigen estos intercambios, garantizando que el comercio siga fluyendo, pero con el orden y la seguridad que nuestra soberanía exige. (7) Modificaremos el reglamento de operación de los mercados para asegurarnos que sea una puerta abierta al comercio, pero no para la migración irregular.

Seremos justos, pero también firmes.

La ley solo tiene valor cuando se hace cumplir. Es evidente que para enfrentar el desafío migratorio no bastan solo los controles fronterizos, también debemos arrancar de raíz los delitos que lo alimentan. Para garantizar la investigación y persecución que conduzcan a condenas ejemplarizantes de todos los delitos y explotación vinculada a la migración irregular (8) sugerimos a la Procuraduría General de la República crear la Procuraduría Especializada en Asuntos Migratorios.

Este es un problema que requiere de la cooperación de todos. Por eso (9) solicitaremos la colaboración de los gobiernos locales para ampliar la eficiencia de las repatriaciones en todo el territorio nacional. También estoy instruyendo (10) la creación de un Observatorio Ciudadano Sobre el Funcionamiento de la Política Migratoria para supervisar el cumplimiento y proponer correctivos desde la sociedad civil. Este observatorio, que funcionará con absoluta autonomía e independencia, será coordinado por el periodista Miguel Franjul.

Los dominicanos tienen derecho a recibir atención médica sin que se les desplace. No podemos seguir practicando una liberalidad que comprometa nuestros recursos. Para controlar la afluencia a los hospitales públicos de personas en condición migratoria irregular (11)  estableceremos un protocolo, que deberá estar listo para su aplicación el lunes 21 de abril, que obliga al personal de los hospitales del SNS a exigir los siguientes requisitos: una identificación, carta de trabajo en el país y prueba domiciliaria; Además, se acordará una tarifa para todos los servicios brindados. En el caso de no cumplir con ninguno de estos requisitos   el paciente será atendido y, una vez recuperado, repatriado inmediatamente. Se establecerá un agente migratorio en cada hospital para garantizar el cumplimiento de este protocolo.

Los derechos de los dominicanos no serán desplazados. Nuestra identidad no será diluida. Nuestra generosidad no será aprovechada. Aquí la solidaridad tiene límites.

Nuestra economía crece y es un ejemplo para la región, pero el desarrollo de nuestra nación no puede depender de la ilegalidad y la falta de control. Es momento de ordenar, con determinación, la presencia de trabajadores indocumentados en sectores que impulsan nuestra economía. Para lograrlo, (12) comenzaremos por estudiar nuestra normativa migratoria ante la situación actual de Haití. Hemos decidido nombrar al doctor Milton Ray Guevara como coordinador de una comisión que ejecutará esta tarea.

La preocupación por la pérdida de empleos para nuestros ciudadanos que genera la migración irregular no puede ser ignorada ni minimizada. Por eso (13) impulsaremos ahora en la discusión salarial tripartita la dominicanización del empleo promoviendo un aumento de un veinticinco porciento en las zonas francas y de un treinta porciento en el sector turístico. Porque cuando el trabajo se valora y se paga bien atrae a la gente.

El progreso no debe ser un dilema entre recibir ayuda o ganar un salario, sino la posibilidad de una vida mejor recibiendo los dos. Para ello, ( 14) garantizaremos que los beneficiarios del programa Supérate puedan incorporarse al trabajo   en el sector construcción y agrícola, sin perder su apoyo.

Por demasiado tiempo, la agricultura y la construcción, han dependido de la mano de obra ilegal. La producción del campo y la construcción de nuestras ciudades no pueden seguir dependiendo solo del trabajo manual que incentiva la migración irregular. Debemos continuar cambiando esa realidad, acelerando el proceso de mecanización agrícola   e incorporando técnicas de construcción de baja intensidad de uso de mano de obra. (15) El fondo administrado por el Banco Nacional de Desarrollo y Exportaciones (Bandex), creado en este gobierno para estos multas, y que ha prestado dos mil ochocientos millones hasta ahora, será ampliado para facilitar a las asociaciones y cooperativas de productores los recursos de su transformación tecnológica. El sector privado de la construcción y el agrícola debe pactar con el gobierno su industrialización y mecanización, en un período de tiempo prudente de tiempo.     

Al pueblo dominicano le digo:  sí, entendemos su preocupación, porque es nuestra preocupación también. Estamos ocupandonos con incansable perseverancia, y lo haremos hasta el final.

A la comunidad internacional le decimos:  cumplan con su deber. Haití necesita ayuda, porque la República Dominicana no puede ni debe cargar con una crisis que no le pertenece.

Habrá quienes nos critican. Habrá quienes nos exijan cargar con una crisis que no hemos creado. A ellos les decimos: ya cargamos demasiado, pero nunca sacrificando la seguridad, la estabilidad y el bienestar del pueblo dominicano.

Esta es la hora de la determinación. Esta es la hora de la unidad. Porque ninguna nación puede resolver sus problemas divididos, y ningún desafío encuentra solución en la indiferencia. El problema migratorio exige algo más que críticas sin propuestas; demanda colaboración, responsabilidad y acción. Por eso propongo que todos-políticos, empresarios y sociedad civil fortalezcamos el Pacto Nacional para la Formulación y Ejecución de Políticas de Estado ante la Situación de Haití firmada en el Palacio Nacional en el 2023. Con este Pacto buscamos poner orden donde por décadas existió desorden, un Pacto para garantizar soluciones sin ceder soberanía, un Pacto para hacer cumplir la ley con firmeza y justicia. Colaboremos todos, porque la historia nos juzgará no por lo que criticamos, sino por lo que fuimos capaces de construir juntos.

Los pueblos que resuelven sus problemas son aquellos que se mantienen unidos, con principios claros y el coraje de defenderlos. Nuestra causa es justa. Nuestra decisión es firme. Nuestra determinación es inquebrantable.

A todo el pueblo dominicano le digo:  confiamos en nuestra fuerza, en nuestra unidad, en nuestro derecho a decidir nuestro destino.

Porque esta nación ha defendido su identidad y seguridad antes. Y la defenderemos de nuevo. Y la defenderemos siempre. Y lo haremos con la cabeza en alto, con la ley en la mano y con el corazón en la patria.

Que Dios bendiga a la República Dominicana.

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