Back

Frente marino, ¡por fin, por fin!

El Gobierno no puede alegar falta de dinero para llevar a buen término, sin pausa, el frente marino de Pedernales y la carretera que conectaría a Pedernales con Duvergé por la Sierra de Baoruco.

Después de años de reclamar y reclamar, parece que se acerca la hora del inicio real de la construcción del “frente marino” que las autoridades actuales llaman “paseo marino” (no simple malecón o muralla de cemento de cara al mar) en el litoral del municipio cabecera Pedernales, extremo sudoeste del territorio dominicano, distante 307 kilómetros de la capital.

Lo celebro porque parecía que yo clamaba solitario en el desierto, como sucede con otras obras fundamentales para el desarrollo integral añorado.

Pero espero que, una vez comiencen los trabajos, no haya  excusas. Mucho menos para trastornar el diseño original y plantar una chapucería. Manos expertas trabajaron en él.

Tal obra requiere atención especial porque contribuiría al esparcimiento y a la activación económica de la provincia en tanto atractivo turístico.

Malas experiencias hay acumuladas por montones en comunidades nacionales sobre obras comenzadas pero abandonadas, o terminadas a la carrera en medio de campañas políticas incumpliendo los parámetros originales; cuando no, sencillamente diluidas en promesas políticas.

Pedernales, en vista del conformismo inoculado hasta el tuétano por los políticos perversos, la insignificancia electoral y la lejanía, ha sido una de esas víctimas.

El mismo proyecto del frente marino viene desde la gestión presidencial de Danilo Medina (2012-2020).

El diseño con estudios incluidos fue pagado por el Gobierno, que, en víspera de las elecciones de mayo de 2016, en un acto celebrado en el terreno, bajo un sol candente y con ruidosos aplausos a los discursos de las autoridades nacionales y locales, dejó “iniciada” la ejecución.

Todos los medios de información difundieron profusamente la iniciativa gubernamental. Pero los trabajos duraron “menos que un grano de maíz en un gallinero”. Una burla politiquera.

Desde entonces se ha registrado una lluvia de alegatos de justificación sobre el abandono del proyecto que tendría una extensión de 1.5 kilómetros.

Los más socorridos: fallo de la constructora (Gómez Díaz), falta de fondos estatales, conflictos entre propietarios de los terrenos frente al litoral que impiden el pago, otras prioridades.             

En esta ocasión, más allá de la incertidumbre que ha sembrado la narrativa oficial y sin arruinar el espíritu crítico inherente a la profesión periodística y a la formación hogareña (¡Dios me libre!), quiero dar un voto de confianza al Gobierno, vía Ministerio de Turismo (Mitur). Y la comunidad debería hacer lo mismo, sin importar diferencias políticas, pero con la veeduría correspondiente.

No olvidar que al mediodía del miércoles 23 de junio de 2021, el presidente Luis Abinader visitó el municipio y durante un acto en el maleconcito anunció el inicio del “Paseo marino” y un muelle para pescadores.

Allí, frente al ministro de Turismo David Collado, otras autoridades y comunitarios, informó que el Gobierno dispone 350 millones de pesos para transferir al ministerio e iniciar la obra. Los arquitectos y planificadores del Mitur presentaron vistas sobre la dimensión del diseño.     

En pleno desarrollo de la cuadragésimo-quinta edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), realizada del 22 al 26 de enero de este 2025, en Madrid, capital de España, el viceministro de Cooperación Internacional de Turismo y director ejecutivo del proyecto de desarrollo turístico de Pedernales, arquitecto Carlos Peguero, hizo un aparte y me confirmó telefónicamente los aprestos para la palada de arranque y la responsabilidad de él, personalmente, como supervisor de la ejecución de la obra.

A Peguero le supongo seriedad y profesionalidad. Le he visto actuar desde antes de ser ficha conocida en los predios institucionales y políticos de la comunidad fronteriza con Haití.

Asume con pasión las responsabilidades asignadas por el Gobierno, da la cara, lo defiende, pero sin borrachera de poder ni retaliación al periodismo crítico, que no enemigo. Responde llamadas y si tiene que quejarse, lo hace, pero con respeto. Hasta ahora no se ve como un tipo arrogante tan poderoso que puede excluir a los pedernalenses de la toma de decisiones porque, entiende, no piensan, e imponer narrativas mediáticas desde la capital, como algunos de otras gestiones del Gobierno con final infeliz.    

A los arquitectos y planificadores de Turismo también les supongo capacidad y ética. Si han variado el diseño original, para enriquecerlo y no por bajos instintos, bienvenido sea. Por las referencias que tengo, preferirían renunciar antes que matar su prestigio con una chapuza.

El Gobierno no puede alegar falta de dinero para llevar a buen término, sin pausa, el frente marino de Pedernales y la carretera que conectaría a Pedernales con Duvergé por la Sierra de Baoruco.

La mañana de este miércoles 5 de marzo ha arrancado con el ambicioso puerto de cruceros de Barahona, justo cuando había tapones interminables en la fatalidad  El derrumbao, carretera Barahona-Enriquillo (12 años en construcción), por donde se llega a los paradisíacos atractivos río San Rafael y playa Los Patos, y al destino turístico en construcción Pedernales, la joya del presidente.

¡Suerte, desde la primera palada. Y cero excusas.

No es permitido copiar el contenido de este portal.