España y RD usan el mismo motor
MADRID. En mi anterior visita a España, en enero del 2014, dimos cuenta de los primeros reportes publicados sobre los aportes del turismo a la recuperación de la economía de este país, tan importante para nosotros por los vínculos comerciales y la presencia de las hoteleras ibéricas que controlan más del 70% de nuestra oferta de habitaciones.
El ambiente pesimista que rodeó la celebración de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid en los peores años de la crisis, ha sido sustituido por el entusiasmo provocado por dos años seguidos de crecimiento récord de la llegada de turistas, que en el 2014 sumaron 64.9 millones, un aumento del 7% con relación al 2013.
En el encuentro previo a FITUR que tuvo lugar el martes de esta semana (Spain Global Tourism Forum), Mariano Rajoy, presidente de España, definió al sector turismo como el “buque insignia” de la recuperación, ya que en el 2014 la economía registró resultados positivos, por primera vez desde el inicio de la crisis, con un crecimiento del 1.4% en comparación con el decrecimiento del 1.3% del 2013.
Rajoy agradeció al sector turismo por “haber empuñado la bandera de la recuperación en los peores azotes de la recesión”, y opinó que esto ha creado un nuevo escenario para España, que dice “adiós” a la crisis y ha puesto al país a las puertas del “inicio de un nuevo ciclo virtuoso de crecimiento y empleo”.
El presidente español recordó en su discurso que las empresas turísticas generan uno de cada nueve empleos y su participación en el producto interno bruto es del 12%, resultado de un gasto de los turistas superior a los 63 mil millones de euros.
El diario de economía Cinco Días al reflexionar en su editorial sobre la importancia del turismo para este país señaló que considerando su peso en el empleo y su aporte al producto nacional, el aseguramiento del futuro del turismo es un “reto de futuro que resulta clave para España”.
Dice que explotar el potencial turístico español requiere una “apuesta por la innovación como prioridad” y conocer “más en profundidad las demandas y necesidades del visitante”. Además, realizar un esfuerzo de renovación y modernización por parte de la industria y un decidido apoyo del gobierno con inversiones “materia de infraestructuras y promoción”.
El proceso español deja sabias enseñanzas para los dominicanos que debemos vernos en ese espejo, entender cómo proceder, y asumir como sociedad de una manera más decidida el turismo como una opción, considerando que este sector, que no se agota, representa varias veces lo que aporta el oro de las montañas y tiene en la economía dominicana, un peso mayor que en la española. El éxito del 2014 debe estimularnos.
Por Manuel Quiterio Cedeño