El proyecto turístico de Medina: un plan de desarrollo a 20 años
El presidente electo Danilo Medina se propone, una vez asuma el gobierno, elaborar un Plan de Desarrollo Turístico que abarque un período de 20 años, tras proclamarlo como la “locomotora del desarrollo del conjunto de la economía”.
El plan de gobierno de Medina para el turismo, presentado durante la campaña electoral, considera que este es el sector más dinámico de la economía y el principal generador de empleos directos e indirectos. También califica al turismo como el más importante socio de la agropecuaria, construcción, industria y pequeña y mediana empresa.
Para hacer realidad el plan sugiere organizar una licitación que permita contratar una empresa de prestigio. Al mismo tiempo, plantea la adecuación de la legislación turística dándole seguimiento a un proyecto que cursa actualmente en el Ministerio de Turismo, que será consensuado con el sector privado.
El plan de Medina para el turismo posee 20 puntos, que incluyen la profundización del ordenamiento territorial, diversificación del producto, captación de nuevos mercados, infraestructura pública y rutas que comunican los diferentes polos, abastecimiento de energía eléctrica a precios competitivos, incremento de la inversión pública y privada, fortalecimiento de la seguridad jurídica y fondos especializados para la inversión.
El plan también va dirigido a lograr un aumento del gasto por turista, fortalecer el turismo sostenible y medioambiente, seguridad ciudadana, formación de recursos humanos, educación turística ciudadana, vinculación de los municipios de las zonas turísticas, consolidación de los clústers, desarrollo de la “marca país” y canalizar más recursos para publicidad y mercadeo.
Aboga por el trabajo conjunto de los sectores público y privado para monitorear la ejecución del programa turístico presentado al país y sugiere hacerlo a través del “consenso y aseguramiento” del cumplimiento de los acuerdos y recomendaciones.
Sobre diversificación y captación de nuevos mercados, sugiere superar la definición del país como destino de sol y playa para incluir, turismo cultural, religioso, rural, agroturismo, salud, competición, convenciones y otros; y se propone un apoyo especial para el turismo de cruceros, asegurando infraestructuras y organización adecuada y apoyándose en el programa del Banco Interamericano de Desarrollo para relanzar la zona colonial de Santo Domingo.
Asimismo, propone la creación de una ventanilla única para el sector para agilizar las inversiones fortaleciendo la transparencia; y el fortalecimiento de la seguridad jurídica revisando la ley de incentivos vigente para adecuarla a la competencia existente en el entorno de América Latina y el Caribe.
Sobre turismo de cruceros, un segmento que según el programa debe contribuir a lograr los 10 millones de llegadas, propone incentivar las líneas de cruceros de acuerdo al volumen de tráfico, reducción de los cargos portuarios, exoneración de impuestos, aprovisionamiento a los barcos, servicio de transporte médico a tripulantes y cruceristas al igual que servicio de transporte para movilizar a los pasajeros.