El notable crecimiento de los accidentes de tránsito proyecta una negativa imagen de Republica Dominicana
El año 2025 comienza bien para el turismo. En diciembre del 2024 se cumplió la meta de los 11 millones de turistas y fue un buen año para la economía, con un crecimiento muy por encima del promedio de la región. El año 2025 comienza bien para el turismo.
Pero despedimos el 2024 con el creciente y grave problema de los accidentes de tránsito con su estela de muertes y heridos, alto costo para los servicios de salud del Estado y la negativa proyección para el país, que aparece en los primeros lugares de la lista en América Latina y el Caribe en este triste ranquin.
El Centro de Operaciones de Emergencia reportó que en la lista de accidentes del 31 de diciembre y primero de enero, 9 de cada 10 muertes en accidente de tránsito fueron provocados por motociclistas.
Las motocicletas son la nueva peste que amenaza al país, principalmente al Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Quienes transitamos por sus calles somos testigos del desordenado comportamiento de quienes conducen motocicletas, todos los días a toda hora.
El pasado 23 de diciembre, en el trayecto de mi casa en el Piantini al local de CICOM, en el sector El Millón, pasé por cuatro esquinas con semáforos y vi más de 30 motoristas irrespetar la luz roja y pasar como si estos no existieran. Días antes conté en el mismo trayecto las motocicletas que no tenían espejo retrovisor y llegué a 29.
En las últimas semanas de diciembre, movilizándome en auto por la ciudad, hice un conteo de los agentes de la Policía Nacional asignados para controlar el tránsito de vehículos de motor. Pasé por 11 semáforos en las avenidas y calles céntricas. En todas había agentes, dos en algunos casos, y en todas pude ver, hasta cinco y más motoristas que no respetan la luz roja.
Ayer jueves, en la mañana y la tarde vi agentes de la Policía Nacional que observaban, sin poder hacer nada para evitarlo, cómo los conductores de motocicletas pasaban el cruce de calles con el semáforo con la luz roja. Lo vi varias veces en la esquina de la Avenida W. Churchill con Av. 27 de Febrero, en la que eso ocurre todos los días. Y no es nada sorprende ver venir motoristas de frente en via contraria.
Ayer me pregunté: ¿Qué puede hacer para evitar este caos, esa solicitaría mujer policía destinada para dirigir el tránsito? ¿Qué puede hacer para perseguir a 6 motoristas que cruzaron frente a ella con la luz del semáforo en rojo? La respuesta fue: ¡NADA!
Recordé que en noviembre pasado en una calle que hace esquina con la Av. 27 de Febrero, en la que hay una “estación de servicios de motoconchistas”, me detuve para “fastidiar un poco” y desde mi auto dije a uno de los choferes de motores que se me acercó, que necesitaba un servicio pero debía ser de uno que tuviera licencia de conducir. Su respuesta: “Puede irse a otro lugar porque aquí no lo va a encontrar”.
La peste de motoristas que amenaza la ciudad requiere un cambio de estrategia operativa de la policía. ¿Es posible? Creo que sí, sólo hace falta voluntad, recursos y entrenamiento para hacerlo. Además, hacer conciencia de esta y cualquier otra condición negativa daña la buena imagen que necesitamos como país turístico, por lo que urge superar el desorden que existe en calles y carreteras, sin no pensar en cuántos votos de motoristas perderá el partido, porque tambien es más numerosa la ciudadania que se queja impotente de este tránsito caótico.
