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El costo político del caos en las calles

Por: Manuel Quiterio Cedeño

Pospongo la reflexión a la que dedico mi artículo del primer viernes del año para abordar un tema que ocupa la atención de los conductores, los más de 4 millones de vehículos de motor que circulan por las calles y carreteras del país, a los millones de dominicanos y extranjeros que están expuestos a ser víctimas de los accidentes que ocurren a diario.

La última estadística publicada por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) sobre el parque vehicular dice que a diciembre del 2016 teníamos 3.8 millones de vehículos de motor, y la tasa de crecimiento para el 2013 y 2014 estaba por encima del 5% y para 2015 y 2016 superaba el 6%. Por esto no es aventurado suponer que actualmente pasa de los 4 millones.

Al 31 de diciembre del 2016 los automóviles representaban el 21%, los jeep el 10%, los de carga el 10% y los autobuses el 2%. El gran dolor de cabeza lo representan el 54% que son las motocicletas; que como ocurrió en la temporada Navidad-Año Nuevo aportaron la inmensa mayoría de los muertos en accidentes de tránsito. (Es interesante reseñar como disquisición del tema, que los tipos de mayor crecimiento en el período 2015-2016 son las jeepetas, 8.3%; y las motocicletas, 7.7%).

La expresión de la caótica situación y descontrol del tránsito es la cantidad de muertes registradas por la Oficina Nacional de Estadísticas. En el 2015 ocurrieron 1734 accidentes con 1946 muertos, y en el 2016 se reportaron 1809 accidentes con 1989 muertes. A la provincia Santo Domingo (254 muertes) le siguió La Vega con 153, después Santiago con 147, San Cristóbal con 121 y Duarte con 116.

El costo social de tal situación es incalculable. Pero para tener una idea del costo material, sugiero tomar las estadísticas del sector asegurador que en el 2016 pagó RD$7,100 millones por accidentes de tránsito, y en el 2017 se estima que se cerrará el año con RD$7,700, un incremento superior al 8%. Además, habría que calcular –por ejemplo en Santo Domingo- el costo del combustible, desgaste vehicular, horas perdidas y estrés en el caos de las calles. También el costo político de este desorden, que puede ser pérdida de credibilidad.

Comparto esta información para destacar la acertada decisión de los auspiciadores de una jornada académica para analizar los factores que nos ha convertido en el segundo país del mundo con mayor cantidad (relativa) de muertes por accidente de tránsito. El simposio “Ciudades inteligentes y valor del tiempo de viaje: planificación del transporte para la sociedad en movimiento”, será el 18 y 19 de enero en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Es auspiciado por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, la firma de ingeniería Espa-Labco (que celebra con este patrocinio su 30 aniversario), el Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales (IGLOBAL) y Strategic Point. Se analizará desde una perspectiva técnica, temas del transporte público, incluyendo seguridad vial, tiempos de viaje y productividad, y la planificación de la red de transporte.

Un tema importante será la situación de la Autopista Duarte, en cuyo entorno (Santo Domingo-Santiago) se reportó más del 30% de las muertes por accidentes. Estará a cargo del ingeniero Leonel Ramírez, quien abordará aspectos como el tráfico, la demanda, la capacidad, los accesos y la accidentalidad en comparación a otras vías.

Me sumo a los expertos que afirman que el caos en el tránsito de vehículos en las vías es una expresión de la incapacidad de una sociedad para organizarse.

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