Café con origen dominicano
El café es una de las bebidas más consumidas y comercializadas alrededor del mundo y es parte de la rutina diaria de muchas personas, un elemento importante de la dinámica social y cultural de muchos países. Y los dominicanos no son la excepción. Y es más, muchas personas aseguran que su día no inicia hasta que se toman su primera taza de café y hay quienes inmediatamente almuerzan o cenan y se deleitan con esta bebida aromática .
Origen del café
El café procede de la región del Cuerno de África y los primeros en extraer los granos del café hasta transformar la bebida en un ritual fueron los árabes. Los establecimientos donde se consume esta bebida se convirtieron en el centro de la vida social y política de sus ciudades. A pesar de las rigurosas prohibiciones para la exportación del grano de café que tenían para la época, este arbusto maravilloso logró expandirse por todo el mundo, creando una cultura y tradición a su alrededor.
En la República Dominicana, las primeras plantaciones de café estuvieron ubicadas en la Loma de Panzo, en la Sierra de Bahoruco y sus orígenes se ubican a mediados del siglo XVIII, introducidos por colonos españoles y franceses. La producción de café se expande a otras regiones del territorio nacional, convirtiéndose en uno de los principales cultivos agrícolas del país. En un principio la producción era solo para consumo nacional y en 1860 se inició su comercialización.
La industria cafetalera dominicana ha tenido que enfrentar grandes retos, como el abandono del campo por parte de los agricultores y plagas como la roya del café, pero se ha impuesto en el gusto del pueblo dominicano. En la actualidad el 78% de los dominicanos consume café todos los días, según el estudio Mercado Interno del Café en República Dominicana, realizado por el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF).
El mercado del café en el país continúa creciendo, diversificándose y asumiendo nuevas formas de consumo. Hoy en día el mercado cafetalero no solo se limita a las marcas tradicionales que utilizaron nuestros padres y abuelos, ya que existe una ola de consumidores que buscan cafés de especialidad, sabor y aroma, un producto con características que lo hagan único.
El arraigo de la cultura del café en los dominicanos ha sido tal que en los últimos tiempos se han abierto muchos lugares dedicados única y exclusivamente a servir esta bebida aromática.
Algunas marcas dominicanas que están haciendo grandes aportes a la industria cafetalera son: Café Santo Domingo, Café Maguana, Poesía Colada, Café La Tambora, Café La Esperanza, Café Villa Trina, Café de La Sierra, Café Criollo Don Miolán, Café Orgánico Río Limpio , Café Ron Premium, Café Barahona HH, Café El Cibao, Café Finca Dulcikafé y Café Jarabacoa.
Además, Café Mamá Inés, Café Sabaneta, Café Monte Bonito, Café Serrano, Café Atabey, Café La Gente de la Isla, Café Samir, Café Jaragua. Y la lista continúa pues cada día hay más personas interesadas en la producción y comercialización de este producto.
Apasionada por el consumo de café, decidió probar y degustar, las distintas marcas que existen en el mercado dominicano durante un período de 15 días cada una, para que, finalizado este tiempo, hacer una reseña de cada una de ellas.
No te pierdas el serial donde te cuento sobre las características y particularidades de cada una de estas marcas de café con origen dominicano, desde mi experiencia como consumidora y apasionada del café.