Bayahibe merece vivir en paz
Manuel Quiterio Cedeño
Las entidades turísticas de Bayahibe, principalmente el clúster turístico y la asociación hotelera, tienen varios años tratando de mantener el orden en el servicio de transporte turístico de esta comunidad. Este ha sido un tema prioritario en la agenda, por la preocupación que generaba los conflictos de los sindicatos SICHOTUBARED y ASOTATUMUYU que se disputaban el mercado de taxis.
Tras un largo período negociaciones, finalmente en febrero del 2016, se llegó a un acuerdo para dividir la región en dos áreas a distribuirse entre estos sindicatos. SICHOTUBARED operaría en el área de Bayahibe y Boca de Chavón; y ASOTATUMUYU en Boca de Yuma, Gato, Palmilla y La Estancia.
Este convenio “transaccional y amigable” para distribuirse el mercado de taxis turísticos fue refrendado por la resolución 93/2016 del Ministerio de Turismo emitida en marzo del año 2016.
Hoteleros, turoperadores, taxistas, Policía Nacional, Cuerpo Especializado de Seguridad Turística, etc., en fin todas las instancias, finalmente respiraron satisfechas porque con este acuerdo el problema quedaba resuelto.
Pero no fue así. La alegría en casa pobre dura poco, y poco después de paz y orden, regresó la guerra. El año pasado el Congreso aprobó la Ley No. 63-17, de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana; con la cual traspasó a esta institución (INTRANT) parte de las competencias que tenía el Ministerio de Turismo en la regulación del transporte turístico.
Vino el período de transición y esto animó a pequeños grupos que no estuvieron conformes con el acuerdo, a aprovechar el momento para pescar en río revuelto e intentar quedarse por la fuerza con una parte del pastel. Algunos de los miembros de ASOTATUMUYU, en desacuerdo con el pacto de distribución del mercado, aprovecharon para crear una nueva entidad de taxistas llamada ASOTATUYUBALPA, a la cual se sumaron personas de Bayahibe, incluyendo familiares y relacionados con pasadas autoridades municipales (¿políticos?).
INTRANT les ha informado que no están autorizados a operar, pero la asociación representativa de los hoteles ha confirmado que circulan en Bayahibe unidades rotuladas como ASOTATUYUBALPA. La aparición del nuevo grupo ha creado un ambiente de conflictos entre ASOTATUYUBALPA y el sindicato que tiene asignada esta zona, por el acuerdo y la resolución del 2016.
Esta semana hubo una reunión en la que participaron, dos de las asociaciones de taxistas en conflicto, el General de la Policía Nacional del Este, el Coronel de Cestur y el Coronel del INTRANT, en la provincia La Altagracia. Se les volvió a recordar a ASOTUYUBALPA que no tienen autorización para operar. Pero, parece que su intervención ilegal no tiene consecuencias.
El INTRANT todavía está en transición y hace esfuerzos por tomar el control y asumir la lista casi infinita de sus funciones. Turismo y desorden son totalmente incompatibles. Unos cuantos padres de familia y compañeritos no deben convertirse en obstáculo para que el turismo funcione. Hay mucho en juego. Bayahibe merece vivir en paz, ¿Quién se la puede devolver?