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Asegura diversidad de especie y ecosistemas atraen turismo en AL y el Caribe

La diversidad de especies, ecosistemas y paisajes atrae al turismo y fomenta el crecimiento económico América Latina y el Caribe es una superpotencia de biodiversidad, destaca el portal Travel Latam.

Asegura que la mayoría de los viajeros internacionales que visitan América Latina no van solo a explorar las calles de las ciudades, sino que visitan bosques y playas para ver la vida silvestre, caminar por las montañas y experimentar las muchas maravillas naturales y culturales que ofrece la región.

Según Conservación Internacional, el turismo hacia los centros de biodiversidad del mundo o a las áreas con concentraciones altas de especies únicas de plantas y vida silvestre —la mayoría ubicadas en América Latina— ha aumentado en un 100 por ciento desde el 1990.

Mientras que el turismo de naturaleza se hace más popular en la región, con mayores cantidades de turistas visitando los parques nacionales, áreas protegidas y ecosistemas únicos, la necesidad de integrar a la biodiversidad con el planeamiento y desarrollo turístico a nivel nacional, regional e internacional también debería aumentar en importancia.

“Dicha necesidad es especialmente importante cuando se considera las consecuencias negativas que pueden venir con la expansión rápida y no regulada de hoteles, operaciones turísticas y otros negocios que se forman para contestar la creciente demanda”, indica.

Cita entre estas potenciales consecuencias negativas está la contaminación, la destrucción de habitats y el desalojamiento de pueblos locales.

Destaca que el crecimiento sostenido del turismo de naturaleza es un factor clave para muchas economías latinoamericanas, como la de Costa Rica.

Asegura que sólo Suramérica tiene casi la mitad de la biodiversidad terrestre, más de un cuarto de sus bosques y es, por sí misma, la más biológicamente diversa del mundo.

“El litoral mesoamericano tiene los arrecifes coralinos más largos del hemisferio occidental, y la región entera tiene 700 millones de hectáreas de tierra potencialmente cultivable, 570 millones de hectáreas de praderas, más de 800 millones de hectáreas de bosque y cerca del 27% del agua dulce disponible en el mundo”, dice.

Asegura que la biodiversidad y los ecosistemas existentes en los países de América Latina y el Caribe es un tesoro cuyo valor podría ir aumentando dentro de un futuro sistema económico del siglo XXI.

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