Agencia de noticias china resalta atracción de ballenas Samaná
La República Dominicana se convierte cada invierno en el sitio preferido de centenares de ballenas Jorobadas o Yubartas, que buscan refugio para su apareamiento y el alumbramiento de sus crías, un espectáculo que cautiva a miles de turistas de todo el mundo, de acuerdo con un reportaje especial de la agencia de noticias china Xinhua.
El lugar escogido por esta especie marina es la provincia de Samaná, localizada en el nordeste del país antillano, refiere el reportaje.
Explica que a las cálidas aguas del mar Caribe, estas ballenas Yubarta o ballenas Jorobadas como se les conoce popularmente, llegan al cabo de una prolongada travesía que inicia en Noruega, Islandia, Groenlandia, Canadá y Estados Unidos.
Alrededor del 90 por ciento de las jorobadas del Atlántico Norte se trasladan a las tropicales aguas y por tres meses viven en el Santuario de Mamíferos Marinos Banco de la Plata, Banco de la Navidad y Bahía de Samaná.
Esta área marina de 33.000 kilómetros cuadrados es protegido por el Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de la zona protegida más extensa del país en la bahía de Samaná frente a Punta Balandra.
El nombre científico de estos mamíferos es Megaptera Novaeagliae, y aunque son enormes y pesados se les conocen bien por su carisma y ligereza, que se muestra en altos saltos, coletazos y aletazos que realizan en la superficie.
De enero a marzo, las ballenas jorobadas llegan a las aguas dominicanas, comentó el biólogo Peter Sánchez, administrador del observatorio de ballenas, quien asegura que la travesía de estos mamíferos gigantes data de tiempos precolombinos.
Sólo en 1985 las autoridades dominicanas crean el banco de la plata para preservar la especie, cuya captura está prohibida, pero se permite el acceso de visitantes.
El macho y la hembra alcanzan la madurez sexual a los nueve años cuando miden unos 11 metros los machos, y 12 metros las hembras.
La República Dominicana mantiene ciertas regulaciones que deben ser respetadas por los excursionistas al llegar al observatorio, entre ellas la presencia sólo de tres embarcaciones en observación.
Sánchez señala que las embarcaciones en espera deben mantener una distancia de 250 metros, detrás de las embarcaciones en observación.
Al momento en que las embarcaciones llegan a los 250 metros de donde están los mamíferos, la velocidad de las lanchas debe ser reducida a un mínimo hasta llegar a la distancia de la observación. En este punto los motores deben quedar en neutro.
Otras medidas de seguridad estipulan distancias obligatorias entre las ballenas y las embarcaciones para el caso de la madre y los ballenatos. Está prohibida la observación aérea de las ballenas.
La actividad de observación de ballenas aporta vida económica a las provincias de Samaná, La Altagracia, este dominicano, y Puerto Plata en la Costa Atlántica, donde más de 27.000 visitantes de todas partes del mundo llegan para disfrutar del espectáculo de las ballenas jorobadas que inicia el 15 de enero de cada año y finaliza el 30 de marzo.
La gestación de estos animales marinos dura unos 11 meses. Al nacer, las crías miden de 11 a 13 pies de largo y promedian 2.000 libras, unos 1.000 kilos.
Entre las dificultades que pasan las ballenas en aguas del Caribe figura la pérdida de peso debido a que no se alimentan en esta zona. Las jorobadas adultas pueden llegar a pesar unos 30.000 kilos.
Además de ballenas, el santuario alberga cachalotes, delfines, ballenas piloto, manatíes, tortugas carey, tinglar, bubíes, tijeretas, pelícanos y gaviotas.
Numerosos turistas pueden tener acceso a torres de observación terrestre, creadas por las autoridades ambientales.
Una primera torre fue inaugurada en el área de las Galeras en Samaná y es conocida como la torre de Punta Balandra.