Abinader promete corrupción no quedará impune; promete un gobierno ético y transparente
“En el gobierno que iniciamos hoy, no se permitirá, bajo ningún concepto, que la corrupción del pasado quede impune, el que robó dinero del pueblo, tiene necesariamente que pagar en la Justicia por sus actos”, expresó el Presidente Abinader al hablar sobre el tema de la transparencia y la lucha contra la corrupción en su discurso de toma de posesión.
Advirtió a los nuevos funcionarios que su gobierno no tolerará ningún acto de indelicadeza y mucho menos de corrupción, agregando que “el funcionario que se equivoque con el dinero del pueblo, será inmediatamente destituido y puesto a disposición de la justicia”.
“Estamos convencidos de que la corrupción de arriba incentiva la de abajo, que es la delincuencia, que se traduce en inseguridad. Y ambas tienen que ser combatidas sin tregua”, apuntó el mandatario.
“Quiero reiterar para que nadie se confunda, que no habrá impunidad para la corrupción del pasado, ni tampoco para la que se cometa en el futuro”. Estoy comprometido con el pueblo dominicano, con mi familia y con la memoria de mi padre a encabezar un gobierno trasparente y ético, donde el dinero del pueblo se maneje con total y absoluta pulcritud”, subrayó el nuevo presidente.
Por otra parte dijo que una democracia de calidad, a las puertas de la tercera década del siglo XXI, requiere una rendición de cuentas vertical. Esto supone un sistema de frenos y contrapesos entre los poderes del Estado, para que ninguno prevalezca sobre otro.
Sostuvo que el gobierno debe estar sometido a una fiscalización ciudadana permanente y transparente. “Eso también es democracia y no sólo la emisión puntual de la expresión ciudadana que representa el depositar una boleta en una urna cada cuatro años”.
Y apuntó que un reconocimiento pleno de los derechos fundamentales de la ciudadanía exige también la existencia de un régimen justo de consecuencias para aquellos que violen la Ley, sin ningún tipo de privilegio o impunidad, y de una distribución socialmente equitativa de los frutos del crecimiento económico y de la riqueza nacional.