Medio Ambiente firma 3 pactos que integran entes sociales y sector privado al cuidado de áreas protegidas
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, firmó nuevos acuerdos de co manejo para la Reserva Forestal Loma Novillero, el Parque Nacional Loma Los Sietes Picos y el Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte.
La Reserva Forestal Loma Novillero se encuentra en la provincia San Cristóbal; el Parque Nacional Loma Los Sietes Picos, ocupa territorios de Santo Domingo, Monte Plata, San Cristóbal y Monseñor Nouel; y el Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte, esta en Barahona.
Miguel Ceara Hatton, cabeza del ministerio hasta el 16 de agosto, resaltó que la firma de los acuerdos representa un avance en el compromiso de la institución con la protección de los recursos naturales. “Para mí es un momento de mucha satisfacción saber que estamos avanzando en esta dirección; uno de los temas prioritarios de la gestión” dijo, y recordó los desafíos ambientales que enfrenta el país y el mundo con temas como el cambio climático.
En la firma de los acuerdos participaron José Pastor Ramírez, de la Fundación para el Desarrollo de Villa Altagracia (Fudeva), y Eladio Antonio Capellán Mejía, de la Federación de Juntas de Vecinos de Villa Altagracia (Fejudeva).
Además, firmó Andrés Napoleón Romero Cárdenas, de la Fundación de Apoyo al Suroeste (Fundasur), y Marco Antonio Pérez, de la Fundación Universitaria Católica Tecnológica de Barahona (Fucateba); Maltiano Moreta Matos, de la Sociedad Ornitológica Sociedad Ecológica de Paraíso (Soepa), y Jaime Alfonso Moreno Portalatin, de la Sociedad Ornitológica De La Hispaniola (SOH Conservación).
La Reserva Forestal Loma Novillero y el Parque Nacional Loma Los Sietes Picos, serán comanejados por la Fundación Salesiana Don Bosco, Fudeva y Fejudeva; mientras que para el Monumento Natural Miguel Domingo Fuerte estarán Fundasur, Fucateba, Soepa y SOH Conservación
Los acuerdos de comanejo se apoyan en contratos que establecen los fundamentos de la colaboración entre el gobierno dominicano y entidades privadas, definiendo roles y responsabilidades compartidas para la conservación de ecosistemas vitales. Este modelo de gestión fortalece la protección de la biodiversidad y promueve el desarrollo sostenible de las comunidades locales.