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Llibre recuerda inicios de Asonahores y algunos puntos claves del turismo en aniversario 62 de la institución 

David Llibre, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana, Asonahores, rememoró los inicios de la institución que preside y llamó a continuar unidos enfrentando los retos de la competitividad, del desarrollo sostenible, la continuidad de las iniciativas en torno al sargazo, la sostenibilidad ambiental, el ordenamiento territorial, la seguridad, eficiencia energética.

Llibre habló durante la celebración del 62 aniversario de la fundación de Asonahores. Destacó además que el sector espera lograr alcanzar 15 millones de turistas por vía aérea para el año 2030.  

Destacando que para lograrlo “necesitamos más habitaciones hoteleras, necesitamos más conectividad en aviación, continuar el desarrollo de los nuevos polos turísticos, entre los cuales mencionamos el relanzamiento de Puerto Plata con su nuevo proyecto Punta Bergantín. También, el desarrollo del sur con el lanzamiento del proyecto en Cabo Rojo en Pedernales; además, seguir impulsando el destino Miches; y no olvidarnos de Samaná que necesita aumentar la cantidad de habitaciones y mejorar parte de su infraestructura de apoyo”.

A continuación el discurso íntegro de David Llibre.

DISCURSO PRESIDENTE DE ASONAHORES – 62 ANIVERSARIO

Me llena de orgullo y regocijo dirigirme a ustedes en celebración del aniversario de La Asociación de Hoteles y Turismo (ASONAHORES), la entidad que durante 62 años ha servido al país y al sector turismo con su firme visión y compromiso de hacer crecer la industria hotelera y turística y convertirla en uno de los principales pilares de la economía dominicana.

El año 1962 fue un momento histórico para la República Dominicana. En ese año se celebraron las primeras elecciones de la democracia, y también inicia el caminar de un grupo de visionarios, entre ellos Don Enrique Porcella, presente el día de hoy, para quien pido un fuerte aplauso, que iniciaron la construcción de lo que es hoy nuestra importante Industria Turística y asociación.

En el año 1968 se aprobó la primera ley de Turismo, un importante precedente que facilitó en que en 1971 se aprobara nuestra primera ley de incentivo turístico, que establecería las bases para el crecimiento de la industria, y a la que siguió la creación de INFRATUR en el año subsiguiente, una instancia clave que asentada en el Banco Central fue un importante motor para lograr el impulso inicial que nos ha facilitado llegar a la importante posición que tenemos hoy en el país y en el escenario regional. 

Sin dudas, estas iniciativas crearon las condiciones para lograr el “boom” del turismo a finales de los años 80 y durante los años 90, y que logrando para el año 1990 recibir 1,400,000 turistas que generaron ingresos de más de 899 millones de dólares, y llegáramos al 1991 con una oferta de 21,510 habitaciones, la mayoría de ellas en Puerto Plata con 8,670 en dicho momento, y La Altagracia iniciaba entonces con unas 2,000 habitaciones.

Años más tarde, a través de mi Padre, conocí a Asonahores. En esos años entendí el fervor de unos empresarios y visionarios que trabajan de forma incansable por el desarrollo del turismo. Junto a Arturo Villanueva, Frank Rainieri, Papo Blanco, Luis López, Ramón Prieto, entre otros grandes empresarios dominicanos, entendí la importancia de un sector privado cohesionado, enfocado en una visión de desarrollo país, con el compromiso hacia la calidad y una clara comprensión de la importante y necesaria colaboración Público Privada, para el desarrollo de la industria turística. 

Este encuentro es propicio para repasar momentos históricos que estimularon el turismo para llegar al nivel de desarrollo que tenemos hoy. Por ejemplo, la creación de las infraestructuras aeroportuarias que facilitaron el flujo de visitantes a que hemos llegado hoy, así como la confianza de grandes inversionistas extranjeros como los Hermanos Barceló, Abel Matute, Gabriel Escarrer, Pablo Piñero,  Miguel Fluxá, entre otros. 

El dinamismo de la inversión privada de esos años, permitió en el 2001 a una versión más avanzada del esquema de incentivos que recogió la ley 158-01, convertida en poco tiempo en un atractivo que permitió el flujo de inversión internacional y local que hoy es el núcleo central del crecimiento de la industria y una de las principales columnas de la envidiable posición para competitividad internacional turística de la República Dominicana.

En esta industria de movimiento constante, fuimos entendiendo que cada rincón de nuestro país tiene la capacidad de ser un destino turístico con las condiciones para desarrollarse, atraer turistas, generar divisas y promover el crecimiento económico en distintas provincias y regiones. Fuimos además testigos de aquellos destinos que, erróneamente fueron considerados como solidificados y maduros, y retirados de la Ley de incentivos, experimentando un decrecimiento.  Es el caso de Puerto Plata que en el 2004 había alcanzado un total de 16,458 habitaciones hoteleras y se vio forzado a no renovar su oferta y cerrar casi un 40% de su planta hotelera.

Por ello, en 2013 entendimos que nuestros “Polos Turísticos” no competían en igualdad de condiciones, elevando entonces la petición de una República Dominicana turística, y una ley de incentivos inclusiva, que abarcara además la visión de la necesidad de reforma de la planta hotelera de manera constante, para mantener la vigencia en el ámbito turístico internacional. Nuestros congresistas y el gobierno central se hicieron eco de esta petición, incluyendo el hoy Ministro de Turismo, Sr. David Collado, quien en este año presidía la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados.

En los años venideros, obtuvimos por igual avances de la misma relevancia como la Firma del Acuerdo de Precios Anticipados, que coloca en igualdad de condiciones a los hoteles todo incluido y afirma el compromiso de tributación de nuestros hoteles.

Como resultado de estas acciones contundentes, la inversión extranjera directa acumulada del 2013 al 2023 fue de US$8,732 millones, presentando un crecimiento de 361%, siendo solo para el año 2023 de US$1,182 millones. Esta inversión ha generado un efecto multiplicador en la economía local, creando nuevas oportunidades de negocio y empleo. En el 2022, solo las compras del sector hotelero sumaron 139 mil millones de pesos, dentro de los cuales podemos mencionar: 6.7 mil millones en el sector agrícola, 28.2 mil millones en el sector industrial y construcción y 104 mil millones en servicios, entre otros. Hoy mantenemos el compromiso por el desarrollo del encadenamiento productivo, con distintas iniciativas y el trabajo conjunto con otras asociaciones del sector empresarial, apostando a que se fortalezca la oferta local de bienes y servicios, y crezca aún más el impacto del turismo en todo el aparato productivo nacional. 

Si bien, en este recuento, hemos podido notar la evolución e impulso de la economía dominicana a través del turismo, la historia reciente reveló la verdadera naturaleza del dominicano y la fortaleza de la Asociación de Hoteles y Turismo. 

Hoy, el turismo se ha confirmado como un pilar fundamental de la economía dominicana, representando para el 2022 un 19% del PIB de manera directa, indirecta e inducida, traduciéndose en unos US$22 mil millones; aportante del 10% de los ingresos fiscales del país; generador del 18% del empleo total lo que equivale a unos 721,912 puestos de trabajo, cambiando, por ende, la vida de miles de dominicanos. El turismo es el segundo generador de divisas con un gasto promedio diario de 139.19 dólares en el caso de huéspedes hoteleros y de 116.3 dólares en el caso de cruceristas.

Y, hablando del crecimiento que exhibimos hoy, debo de referirme a nuestra evolución en el desarrollo de un producto de calidad y de una industria sostenible, llevando a cabo iniciativas contundentes en torno a la reducción de plástico, recuperación de corales, en el incentivo al desarrollo de familias agricultoras a través de la FAO. En nuestro mantenimiento de un compromiso con la sostenibilidad, hemos firmado convenios con la ONU Turismo y el Ministerio de Turismo; y en cuanto a la inclusión laboral, con gran entusiasmo podemos decir que en el día de hoy, en este evento, es palpable tener jóvenes con discapacidad y de habilidades diversas sirviéndoles como parte de un programa que estamos trabajando desde ASONAHORES.

Esto no es al azar, es el resultado de una política de estabilidad, de seguridad jurídica, de reglas claras y visión competitiva de ser referentes internacionales de cómo se desarrolla el turismo; y por supuesto, de una franca colaboración público privada, a través de un Gabinete de Turismo, Un Comité de Mercadeo y un Ministerio de Turismo abierto, dispuesto a escuchar y trabajar en las necesidades que día a día requiere el sector, ya sea por el impacto de una guerra, o por un desastre natural o el desarrollo de un producto turístico sostenible, con los más altos estándares de calidad y la gestión de un destino seguro.

Hoy podemos decir con orgullo que hemos cumplido la meta de 10 millones de visitantes, pero aún debemos hacer mucho más. Como sector tenemos la visión de lograr al menos 15 millones de turistas por vía aérea para el año 2030.  Para ello, necesitamos más habitaciones hoteleras, necesitamos más conectividad en aviación, continuar el desarrollo de los nuevos polos turísticos, entre los cuales mencionamos el relanzamiento de Puerto Plata con su nuevo proyecto Punta Bergantín. También, el desarrollo del sur con el lanzamiento del proyecto en Cabo Rojo en Pedernales; además, seguir impulsando el destino Miches; y no olvidarnos de Samaná que necesita aumentar la cantidad de habitaciones y mejorar parte de su infraestructura de apoyo.

En ASONAHORES creemos firmemente que la estructura competitiva que tenemos hoy permitirá trabajar en estos aspectos, atraerá más inversión local e internacional al sector, aumentará el empleo, la generación de divisas y la demanda de bienes y servicios a la industria, la agricultura, la construcción, aportando dinamismo económico y activando todos los demás sectores productivos.

El turismo ha demostrado ser un eje transversal para la República Dominicana, posicionándose como uno de los principales segmentos de la economía.  

Es por esto, que debemos seguir adelante unidos enfrentando los retos de la competitividad, del desarrollo sostenible, la continuidad de las iniciativas en torno al sargazo, la sostenibilidad ambiental, el ordenamiento territorial, la seguridad, eficiencia energética, ordenamiento jurídico, conectividad aérea y terrestre, la formación de los recursos humanos y la incorporación más amplia posible de las comunidades de las regiones turísticas.

Concluyo mi intervención, no con una afirmación sino con una gran pregunta: ¿Qué debemos hacer para seguir impulsando el desarrollo del turismo, llevándolo a cada región, catalizando su potencial singular, solidificando la oferta de sol y playa y apostando al desarrollo de un turismo diferente y diversificado, y por supuesto, para lograr que cada dominicano pueda vivir de la industria más pujante de nuestro país?

Seguro de que seguiremos avanzando en el desarrollo de iniciativas y estrategias hacia estas metas, los invito a seguir disfrutando de esta celebración con un recuento histórico, con cifras y anécdotas de aquellos responsables del devenir de nuestra industria.

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