Currículums, asfalto y turismo en Pedernales
La empresa mejicana ITM, que convertirá en terminal de cruceros el viejo muelle de Cabo Rojo (1957), Pedernales, recibió los días 23 y 24 de agosto 489 currículos de postulantes para trabajar en el inicio de las obras. Y en breve hará lo propio para seleccionar 1,500 personas que laborarán en la parte operativa del puerto. El presidente Luis Abinader ha informado que, en diciembre de 2023, llegará por esa vía el primer barco con los primeros cruceristas.
Mientras realizaban la feria de empleos en el legendario Club Socio Cultural (239 hojas de vida el primer día y 250 el segundo), avanzaba la construcción del reservorio del acueducto y otra empresa comenzaba el asfaltado de calles por el maleconcito, al final de la Duarte.
Me han informado que el proceso abarcará todas las calles de los dos municipios (Pedernales y Oviedo), incluso de las zonas agrícolas, siempre que el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y la alcaldía garanticen soluciones de tuberías, aceras y contenes.
Se trata de buenas noticias.
Una de las quejas generalizadas entre los habitantes de esta provincia del extremo sudoeste del territorio nacional ha sido la carencia eterna de aterrizaje de los discursos. O, como dicen allá, “mucha espuma y poco chocolate” en boca de las autoridades gubernamentales.
Estamos ahora ante hechos concretos. Plausible. Son obras importantes cuya ejecución no debería ser trastornada por el veneno de la politiquería que siempre amenaza los procesos en República Dominicana.
Las fuerzas organizadas en la comunidad deberían convertirse en auditoras sociales para evitar cualquier asomo de desmadre. Una mirada crítica sería su gran aporte.
El Gobierno necesita un espaldarazo así para coronar el éxito de las obras contempladas en el proyecto de desarrollo turístico.
El personal que trabajará en las obras provendrá de Pedernales y demás provincias de la región Enriquillo (Barahona, Baoruco e Independencia).
Carlos Peguero, viceministro de Cooperación Internacional de Turismo y director ejecutivo del proyecto de desarrollo turístico, ha dicho que se encargarán de cualificar al personal.
Y eso es más importante aún. Despeja la inquietud de pedernalenses sobre la posibilidad de solo dejar para el destino turístico los empleos de poca monta.
La amarga experiencia con la minera Alcoa Exploration Company ronda en el imaginario de muchos en aquel recodo de RD. Los cargos ejecutivos quedaron en manos de profesionales externos.
En cuanto a construcción y asfaltado de calles y carreteras, el trauma ha sido grande. Muchas promesas, muchas chapucerías. Bastaría con preguntarles a los comunitarios de Los Arroyos, La Altagracia, Mencía y Aguas Negras, zonas agrícolas en las lomas de sierra Baoruco.
El Gobierno debería tener presente ese pasado tenebroso, para no repetirlo.
Y la población, no dejarse vencer por la pasión política. Reconocer que, tras décadas de reclamos, al fin, se ven hechos, no palabras.
Ello no le resta méritos para exigir que las maquinarias se mantengan en la provincia hasta que terminen las obras planificadas, y, sobre todo, para ser celosa vigilante de que lo realizado tenga óptima calidad.
El momento manda a una alianza coyuntural autoridades-sociedad pedernalense. Conviene. Unir fuerzas ahora evitará lamentos en el futuro.