¿COVID-19, conspiración, castigo divino?
El miércoles recibí de España un cuestionario relacionado con la pandemia. Decidí posponer este viernes mis usuales análisis sobre el turismo y compartir las respuestas.
¿Qué piensa de todo lo que está pasando?
No es la primera vez en la historia de la humanidad que al planeta lo azota una epidemia. En la antigüedad este tipo de mal acabó con la vida de millones de personas. Los estilos de vida modernos incluyen lo que llamamos GLOBALIZACIÓN. Esta globalizado lo positivo (economía, comercio, turismo, cultura, educación desarrollo científico, etc.), pero también lo negativo. Por ejemplo, la rápida expansión de enfermedades que es el caso del COVID-19. Esto es parte de lo negativo de la modernidad y la globalización. Cada vez somos más eso que MacLuhan definió como LA ALDEA GLOBAL, en la que lo positivo es rapidez con que se comparte el conocimiento y los avances científicos.
A veces dudo y por momentos me seducen las “teorías de la conspiración” (China desarrollaba un virus con fines económicos y militares y se le escapó del laboratorio… Estados Unidos quiso debilitar a China y le sembró el virus en Wuhan, donde existe un laboratorio que investiga sobre estos temas… La poderosa industria farmacéutica crea enfermedades para luego vender la cura…Pero se perdió el control y todos estamos jodidos… Ahora está la carrera para encontrar la cura y ganar las montañas aportando la solución…)
Descarto estas hipótesis porque sería tal la perversidad, que se me dificulta creer tanta perversidad, pero queda una pizca de duda: ¿Será posible?
No creo en las interpretaciones bíblicas. Católico de toda la vida, el Dios en que creo es infinitamente bueno, es AMOR, ALEGRIA, PAZ, SOLIDARIDAD, en resumen: el DIOS DEL BIEN. Somos los seres humanos, dotados de discernimiento, quienes hacemos el bien, o actuamos con maldad. Lo demás lo hacen la naturaleza con sus las bondades, o con la fuerza destructora de su dinámica natural, o provocada por los daños que le causa la insensatez humana.
Cuando leen las noticias sobre el COVID-19, ¿cómo se siente?
Me veo indefenso ante un comportamiento de la naturaleza y del egoísmo humano. También avergonzado, de ser parte de una generación que desata con tanta facilidad su capacidad destructiva, y es tan reacia a sumarse para construir. A veces sueño con que este potente toque de campanas, nos despierte para sumarnos en un poderoso ejército para el bien. Podemos soñar, debemos soñar, nunca perdamos la capacidad de imaginar un mundo mejor.
¿Pudiese expresar su mayor miedo durante este tiempo?
En términos sociales solo temo a ser víctima, que la sociedad sea víctima, del egoísmo, la incapacidad, amor al poder y a la ambición de riquezas de quienes nos dirigen parapetados en la cúspide del poder político, económico y social.
¿Ha cambiado su consumo de información con la aparición de la pandemia?
No. Por mi quehacer cotidiano soy un voraz consumidor de información. Pero tengo el privilegio de haber desarrollado a tiempo -por formación profesional- una coraza que me protege del componente perverso y morboso que alimenta una parte de los flujos que circulan en el escenario digital, donde lo bueno ES MUY BUENO, Y POSITIVO, pero la malo es MUY PERVERSO Y DESTRUCTIVO.
¿Qué hace para distraer la mente en este tiempo de cuarentena?
Trabajar. A veces, reflexionar sobre lo que podría venir después.
¿Cómo cree que cambiara su vida una vez pase todo esto?
¡Cambiará! Cómo, no lo puedo entender aún porque la mayor parte de las interrogantes aún no tienen respuestas.