Lecciones que debemos aprender
Manuel Quiterio Cedeño
En el transcurso de este año la sociedad dominicana ha enfrentado algunos acontecimientos aleccionadores relacionados con la sostenibilidad de la industria turística, actividad vital para la economía, porque representa más del 20% del Producto Interno Bruto, e incide en los demás sectores productivos. Veamos.
La situación que afecta el monumento natural “Salto del Limón” de Samaná es una lección sobre la relación del turismo con los recursos naturales. La Asociación Comunitaria Ecoturismo Salto del Limón (Acesal), estima que en los últimos tiempos más de 70 mil turistas visitan este lugar anualmente.
El salto tiene 40 metros de alto y lo alimenta un rio que desde mayo pasado no lleva agua al lugar, y por esto pierde su encanto porque ya no existe la cortina de agua que embellece el paisaje, y el charco que forma el agua que cae languidece y no es atractivo para bañarse.
ACESAL estima que este año terminará quizás con unos 40 mil visitantes, y esto afecta la economía de esa zona de Samaná, que depende en gran medida de los visitantes que acuden a bañarse y a disfrutar del paisaje.
El presidente de ACESAL, Salvador Alcalá, y Luis Carvajal, de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, coinciden en que la larga sequía no es el único factor que ha reducido grandemente el agua que corre el por río Arroyo Chico.
Ambos coinciden en que la situación del Salto del Limón es provocada además por la eliminación de la cobertura boscosa, la construcción de viviendas, el conuquismo, la quema sin control y el cambio en el uso de suelo en las comunidades ubicadas alrededor del área protegida y su zona de amortiguamiento.
Estos factores describen un proceso de años de desatención a un recurso natural vital para la economía de la provincia y del país, que desde 1996 fue designado como área protegida y apenas ocupa 17 kilómetros cuadrados.
Otro tema también relacionado con los recursos naturales y el medioambiente es el sargazo. En artículos pasados hablaba del sargazo que se esperaba. Bueno, ya llegó y quienes hemos visitado hoteles en el Este en los últimos meses somos testigos del grave daño que causa al turismo.
Como no tenemos datos locales usaré la información que ofreció ayer la publicación Tourism News en un artículo sobre los resultados negativos del turismo en México, aportados por la empresa especializada STR. En el Caribe mexicano en el segundo trimestre del año la ocupación bajó un 5.4%, los ingresos por habitación disponible se redujeron un 12.3% y la tarifa se encogió un 7.3%. Estos números superan el promedio negativo registrado en todo México.
STR e importantes grupos hoteleros mexicanos dicen que este descalabro ha sido provocado principalmente por la incidencia del sargazo que invade las playas de la región. (Aquí el presidente Medina ofreció financiar el 50% del costo de las barreras que se necesitan en las playas de las zonas hoteleras afectadas).
Son sólo dos ejemplos, pero dramáticos, que nos enseñan que la gestión del turismo es mucho más que construir hoteles, carreteras, infraestructuras, colocar publicidad, tener oficinas de promoción, etc. Es una industria compleja porque su escenario real es el país y su mercado el mundo. La calificación de “muertes misteriosas” dada por importantes medios de comunicación de los Estados Unidos a los poquísimos casos de fallecimientos de turistas ocurridos en hoteles dominicanos, es un tema con otras características, pero igualmente aleccionador. Nuestra economía necesita el turismo, pero para mantener los logros alcanzados, debemos hacer nuestro HOME WORK (nuestra tarea).